lunes, 11 de abril de 2016

Destino Macharaviaya

Otro domingo de bici y amigos. Me volví a desplazar a Chilches Costa, a casa de Miguelange. Desde allí haríamos la ruta que se indica en la imagen.


Hicimos cerca de 20 Km de llaneo, calentando piernas a buena velocidad hasta Vélez Málaga. Una vez pasada esta ciudad empezaríamos la primera subida importante del día, con una bonita rampa a la entrada de Benamocarra, de ésas de dos cifras que calientan bien las piernas. Luego seguiríamos hacia Iznate, con la mismo tónica de subidas.


Repechos del 11 por ciento que marcan los músculos de las piernas, con la Maroma como testigo.


Después de 9,5 km de subida tocaba una bajada rápida y técnica por las curvas. Las bicis no necesitan gasolina, pero nosotros sí algo de líquido antes de empezar la parte interesante de la jornada.


La subida a Macharaviaya por su acceso Este, no tiene un piso de autopista, que se diga.


La mayor parte es con hormigón, cuando no te encuentras con algún tramo de tierra.


Todo el trayecto es un continuo tobogán de sube y baja con rampas cortas, pero siempre por encima del 10 por ciento. De hecho, la última de entrada al pueblo se mantiene en el 15 por ciento. Ya dentro, se complica aún más la cosa, ya que se suma a las pendientes pronunciadas, un piso de piedra, muy bonito, pero que obliga a sacar la parte de equilibrista que tenemos todo ciclista.


Obligada foto delante del cartel.


Después de la salida del pueblo y antes de iniciar la bajada a la costa, hay que emplearse bien a fondo durante 2 Km donde la pendiente media está en torno al 11 por ciento.


Luego una bajada muy rápida hasta la costa y llaneo de vuelta a casa. En total, poco más de 53 Km, con preciosas vistas de la Axarquía.

Por supuesto que luego hubo abundante y exquisita comida, a cargo de la anfitriona Montse. Otro día bien aprovechado.

La música induce al deporte. Y cuando tiene marcha como esta canción, aún más.