lunes, 27 de marzo de 2017

50 Km de HOLE

Necesitamos entrenar para los 101 Km de La Legión y, qué mejor forma de hacerlo que participar en el homenaje a esa carrera, con un recorrido de 50 Km.


El perfil de la prueba no es nada despreciable.


Recogimos los dorsales a toda prisa, justo media hora antes de empezar la prueba.


Trotando hacia la salida, donde veríamos en primer lugar al amigo Mauri.


Al poco pudimos hacernos una foto los Luna Llena de Marbella, faltan en esta foto otros compañeros, que andaban algo más atrás, entre la multitud de participantes.


Empezó la prueba y salimos todos disparados, aunque con tiempo para hacernos un selfie con Rafalange.


La consigna era trotar todas las bajadas para ganar tiempo, así que en no mucho andábamos ya entrando en Arriate. Ya sólo nos quedaban 34 Km.


Camino del km 21, donde nos darían un avituallamiento más contundente con bocadillitos de pan de molde con jamón y queso, que junto con un buen vaso de Coca Cola, nos dieron alas.


Camino del cuartel de la Legión.


Con la moral alta, llegábamos al Tercio.


A partir de aquí, quedaba lo más duro. Comenzábamos a subir a la ermita de Montejaque.



Había pasado algo más de una hora desde la foto a la entrada del cuartel, cuando Maite me hacía ésta ya delante de la ermita.


Bajada a Montejaque en busca de las tortas de chicharrones que nos tenía preparadas allí nuestra amiga Mari Montes. El que está ahí tan tranquilo sentado es su hermano y mi amigo, Antonio.


Hasta el río Guadiaro fuimos trotando, pasando previamente por Benaoján.


Penúltimo puerto. Ya se divisa Ronda.


Bajando en busca del Guadalevín.


Ahora sí que se veía ya el final.


A estas alturas, mis cuádriceps se negaban a trotar, chillaban doloridos cada vez que intentaba acelerar el paso. Quedaba la subida final.


Y llegué a la alameda de Ronda, Maite un poco antes que yo, porque fue todo el camino acompañándome y no quiso dejarme solo. Nos ganamos a pulso esa medalla como reconocimiento al gran esfuerzo.


Un bocadillo de chorizo de la tierra, con una lata de cerveza que me supo a gloria. Y luego, para Marbella, a casa, a descansar después de un grandísimo día.

Me gusta compartir todo contigo ...

viernes, 17 de marzo de 2017

El viaje visto por Miguelange

Con esta tercera entrega, se da por finalizado este viaje de esquí a Andorra. Estas fotos forman parte del archivo de Miguelange y he querido compartirlas en mi blog con todos vosotros.

Grupo de clase, estando de izquierda a derecha: Rafa, Órfilo, Sergio el profesor de esquí, Javi, Clara, Andrew, Morgan y José Antonio.


Siempre conectado, es lo que tiene tanta tecnología.


Me gusta mi paralelo en esta foto.


Desayunando con Wence y Miguel Ángel.


Miguelange con dos alumnas suyas.


Esperando para entrar al comedor de la estación El Tarter, con los alumnos.


Miguelange y sus hijas Marta y Miriam.


Miriam y Marta haciendo snowboard.


Miriam tiene un estilo muy bonito.


Aquí yo bajando la pendiente.


Esperando a que arrancara de nuevo el telesilla.


Los dos elementos en la nieve.


Compañeros profesores y tocayos.


El grupo del instituto Jorge Guillén.


Y entregué los esquís, se acabó. Reponer líquido y muchas horas de autobús de vuelta, llegando al día siguiente, para desayunar unos churros con chocolate, preparados por Montse, la mujer de Miguelange; tan buenos anfitriones con sus amigos. Por cierto, la chavala tan guapa con la tabla de snow, es Marta, la hija mayor de Miguelange.


El ritmo de mi corazón ...

domingo, 12 de marzo de 2017

Esquí en Andorra (II)

Después de una buena clase por la mañana y haber comido, qué mejor que un buen café con leche, eso sí, previamente había que llegar esquiando hasta el bar. En la foto, de izquierda a derecha: Isabel, tapándose la cara, María, Rafa, Miguelange, Jorge y Wences.


La altura y la nieve me sirve de fuente de inspiración.


El jueves por la tarde nos fuimos de compras a Andorra la Vella, donde hay tiendas con curiosas decoraciones.


Este edificio, con sus luces destacadas, me llamó la atención.


Después de todo, la sombra es tu perenne compañera.


Momentos.


En grupo, se suma el placer de esquiar.


Los niños disfrutan especialmente con este deporte.


Miguelange en una bajada, esquiando con estilo.


Trazos en el cielo.


Nubes en las alturas.


Fotógrafo y un pequeño esquiador.


Un principiante sujeto por la percha.


Vuelo en suspensión.


Nuestra última cena la hicimos en un restaurante cercano, de un portugués. Comimos de maravilla y bebimos un buen vino del país vecino.


La vuelta no se me hizo tan larga como la ida. En Zaragoza llovía de lo lindo.


Las luces en la carretera.


Conseguí traerme un diploma de nivel avanzado. Esto significaba el reconocimiento a mi capacidad para bajar pistas rojas (difíciles).


Deseando que llegue un próximo futuro viaje de esquí a un paraíso como Andorra.