Quinto año en el que la morena está en España en el día de San Juan y hasta ahora no había asistido a la fiesta nocturna que aquí celebramos; al principio por mi enfermedad y, luego, porque siempre la pillaba trabajando; así que este año no había excusa para no ir.
Nos enteramos que el jaleo estaba en la playa del Cable, allí había montada una barra donde ofrecían algo de comer y bebidas. Buen lugar para que Nacho se tomara una hamburguesa y un refresco. Como no nos cuadraba nada para comer yo, comenzamos a caminar entre la multitud en busca de algún lugar donde poder sentarnos y tomar algo. La principal figura a quemar se hallaba acordonada y vigilada.
Pedimos en dos restaurantes de playa una mesa para comer, pero estaba todo reservado; seguimos el camino y, sorpresa, los amigos Claudia y Jose estaban sentados en la barra de otro local completamente lleno al que no nos dejaban pasar, pero les dijimos que íbamos con ellos y nos abrieron el paso.
Ahí nos tomamos unas cervezas y comimos algo hasta que empezó el espectáculo del fuego sobre la arena, aquí no había protección alguna, solo el sentido común de los asistentes.
Aún se estaba viendo el fuego desde la barrera.
Escribimos en un papel tres cosas que queríamos que se borrara de nuestras vidas, en otro, lo bueno que queremos cada uno que nos pase. Nacho echó el suyo al fuego, protegiéndose la cara del calor y la fuerte luz de un fuego vivo.
Los demás también quisimos quemar todo lo malo. A Zenia sí que la pude captar, aunque fuera de espalda.
Los deseos buenos fueron a parar al mar; yo aún no estoy para mojarme de noche en un mar de aguas frescas, pero sí que lo hicieron Zenia y Nacho en mi nombre.
Estábamos tan metidos en lo nuestro, ellos en el agua y yo con mis fotos, que nos sorprendió una revoltosa ola que nos hizo a todos correr; yo me salvé de milagro de no meterme en agua hasta las pantorrillas.
Y así nos fue la noche de San Juan. Nuestros amigos nos acercaron hasta nuestro coche, que lo habíamos dejado lejísimo. A la morena le gustó la experiencia, así que el año que viene habrá que repetir.