Queríamos ir de nuevo a El Torcal. Para ello optamos por salir a media mañana y parar por el camino a comer. Una vez pasado Antequera, cogimos la carretera que lleva a tan singular lugar. Nuestra primera parada fue en el restaurante museo El Molino, donde te encuentras con objetos antiguos.
La temperatura es baja, no aparece el sol en este cielo, pero un joven amante de todo lo que huela a antiguo, no tiene frío y va en camiseta.
Había un acontecimiento en este lugar, no habiendo posibilidad de comer, así que dimos la vuelta y entramos en una venta llamada La Ribera Báez, donde hay buen ambiente, a pesar de que en esta foto aparezca vacío; luego se fueron llenando las mesas, ya que normalmente la gente primero hace la ruta y después come. Nosotros lo haríamos al contrario.
Mientras esperábamos la comida, unos miraban el paisaje y otros hacíamos fotos.
Una vez recuperadas las fuerzas, subimos hasta el aparcamiento del centro de visitantes del Torcal y empezamos lo que sería la excursión senderista de la semana. Antes revisaríamos el cartel de la ruta amarilla, la larga, con una duración aproximada de dos horas.
Andando, que es gerundio. Los tres conocíamos ya el sitio, pero siempre es grato disfrutar de este entorno.
Visitar el lugar sin una cámara de fotos, yo lo consideraría delito. El lugar es único y especial para cualquier amante de la Naturaleza y de la fotografía, por joven que sea.
Un escenario natural para ser retratado.
Esto es lo que se llama un paisaje kárstico.
Hay zonas donde el camino se estrecha, enredándonos entre arbustos.
Y tras algún recodo es posible encontrarse con una cabra montesa.
Huecos por doquier, incluso para improvisar una silla algo incómoda.
Con un terreno tan irregular y tanto que sacar, hay veces en las que hay que adoptar extrañas posiciones para hacer la foto deseada.
De nuevo en el camino otro pasaje verde.
En esta ruta hay veces en las que hay que apoyarse en la roca para facilitar el franqueo de algunos pasos. La flecha amarilla pintada sobre la roca, nos va indicando el camino.
Esta zona despejada muestra una singular formación rocosa.
Hay quien sigue el camino, que es lo recomendado, y otros que tienen que disfrutar de un pequeño espacio de escalada.
De nuevo nos metemos en la maleza, y cuidado, porque es pasado este tramo donde uno puede perderse, ya que el camino bueno sigue a la izquierda, pegado a la piedra, y no por otros que no seguirán la ruta acordada.
Y como hay tantas fotos que mostrar y otras cosas que contar, seguiré con una segunda entrada, en la que llegaremos hasta el final e incluso hasta un precioso y único mirador. Terminaré como una trilogía con las fotos que mis dos acompañantes me fueron haciendo por el camino.
Everybody´s on the run ... http://www.youtube.com/watch?v=dpqQJfdLO14
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Una pregunta,me puedes decir si es esta imagen la de la ribera baez? http://goo.gl/uSsxmc
ResponderEliminar