No soy amigo de escribir sobre la muerte, aunque no por esquivarla no me llegará en su momento.
Ayer se puso la vida de Pepe, un buen hombre, trabajador y amante de su familia. Su ocaso llegó antes de lo normal, de sorpresa, sin previo aviso. Hoy tenemos que darle apoyo a una familia que ha perdido a uno de sus miembros, algo que causa tanto dolor en el alma.
Me gustaría despedirme de él con esta pieza de Schubert.
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Aunque no les conozco, me sumo a su dolor y les deseo mucho ánimo y fuerzas para superar este trance.
ResponderEliminarAhora os corresponde a sus amigos, prestarle toda la ayuda que necesiten.
Un abrazo.
http://eskup.elpais.com/Imagenes/6B/16/1282813536-ede5472791606c594490c66acc68875f.jpg
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