Estar al revés en la ingravidez del agua, divierte a todos.
Solo parte de la cabeza fuera del agua, tal cocodrilo, lo imprescindible para ver y respirar.
El impulsor se encarga de que no falte el agua en la piscina.
De momento, siempre juntos.
Buceador.
Sacar a medias la cámara del agua, hace que el paisaje se vuelva translúcido.
Ahí se pueden hacer pompas sin jabón.
Las turbulencias hacen de masajista incansable.
Enya http://www.youtube.com/watch?v=EeYL3uhYv48
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