Este pasado jueves hacía una tarde espléndida para pasear y hacer deporte cerca del mar.
Muchas son las personas que ya conocen a la mujer de rosa, siempre vestida de ese color, al igual que su mascota. Indiferente no deja a nadie, desde luego.
Un rato de charla al aire libre. Miguel también llevó a su mascota.
El bueno del bulldog hacía cierto aquello de que roncan muchísimo. La verdad es que parecía una Harley.
Con tanta higiene y tanta historia, ya algunos han cambiado la típica barquita llena de arena para hacer los espetos, por otra de metal inoxidable.
La verdad es que no sé cómo no nos piden la documentación, ocupando todo el paseo a lo ancho con los perros. Bueno, sí, porque la cara es de buena gente.
Se puede compartir el paseo para los marchadores, los corredores y los ciclistas, sin ningún tipo de incompatibilidad como algunos intentan crear con absurdas prohibiciones.
Una ciudad como Marbella acoge a muchos extranjeros, y últimamente se oye mucho ruso entre las chicas que pasean al atardecer. Pueden seguir viniendo si son tan simpáticas como estas dos que nos encontramos por el camino.
Normalmente se le hace la foto al embarcadero mirando a Poniente, yo la hice al revés, para variar en algo.
Zucko no tiene problema alguno en beber directamente del chorro de los grifos repartidos por el paseo.
El tramo es muy largo y no viene mal recordar a los amigos de lo ajeno, que tienen que estarse quietecitos.
Nos íbamos acercando a Puerto Banús, ya con la noche prácticamente encima.
Es muy divertido correr por encima de las rocas.
A lo lejos, saliendo de la noche, Marbella.
Al final hubo que ayudar un poco al pobre animal, ya que no está habituado a estas caminatas. Se portó muy bien, y su amo, mejor todavía, cogiéndolo en brazos cuando lo veía más cansado de la cuenta.
Un entrenamiento más para los 101 Km de La Legión en Ronda.
You and I both ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario