A esas horas vuelven algunos del campo, de trabajar un rato, aprovechando el paso por el río para dar de beber a los animales.
Yo aproveché para adentrarme río arriba, encajado entre la vegetación y el agua.
Descalzo sobre las piedras tienes el mejor de los masajes.
Libélulas y caballitos del diablo no paran de un lado a otro, teniendo que aprovechar el breve instante en que se posan para poder fotografiarlos.
Cualquier tronco, piedra o raíz hace cambiar la velocidad del agua que busca tierras más bajas.
Puedes ver a alguna araña sobre su tela, a la espera de que alguno de los muchos individuos que pululan por las cercanías, se enreden.
Una vez colmadas las ansias de agua dulce y fresca, no hay nada mejor que tomar unas tapas en la plaza del pueblo cercano, Istán.
Fuente y lavadero, conjunción de diferentes funciones con un elemento común: el agua.
Chorros de agua fresca, sea la estación que sea.
Y seguimos, across the universe.
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