Vacaciones forzadas en Marbella

Este mes de agosto toca playa por las tardes. Dada la escasez de encargos en esta época y la crisis en la que nos encontramos muchos, y mi gremio el primero, aprovecho las tardes para ir a la playa con la familia. No voy a quejarme por vivir en Marbella y tener el privilegio de usar sus playas; aunque también me hubiese apetecido cambiar de aires con algún viaje al interior, un sitio fresco y nuevo que conocer.

Algunos, en vez de lamentarnos por lo que no tenemos, disfrutamos de lo que sí está a nuestro alcance; así nos pasamos las tardes jugando, aunque sea corriendo detrás de la mamma para echarle agua antes de que se sumerja ella por voluntad propia.

Ayer el mar nos dejó respirar en paz, durmiendo a las medusas por un día con sus frías aguas. Aunque no estaba la superficie totalmente plana, sí que dejaba practicar deportes por encima de su azul.

Va llegando la hora de despedir al sol.

Vamos diciendo adiós, ya va quedando poco de la estrella principal.

Hay quienes aprovechan para pasear a esta última hora de la tarde, donde todo invita a la relajación.

El que puede corre en busca de la cámara de fotos para sacar nubes de colores. Como es el caso de mi hijo.

Al fondo, África, y en medio los colores que van anunciando una nueva noche.

Llegan los primeros pescadores, en busca de un apacible rato de pesca.

On the beach. Qué me gusta. http://www.youtube.com/watch?v=jQTVpem9-hI&feature=related