No es que seamos en casa grandes admiradores de los centros comerciales, pero sí que es cierto que tras la progresiva desaparición de las clásicas tiendas del centro, y teniendo hijos, termine uno dando una vuelta por un gran centro comercial en busca de algo que te hace falta, yendo al cine, o simplemente viendo escaparates en un desapacible día.
Antes te ibas a la alameda a pasear; ahora se van las familias a esos lugares llenos de luces de colores, donde los niños corretean sin peligro de ser atropellados y las señoras pueden disfrutar de cientos de coloridos escaparates.
Personalmente, solo voy cuando tengo que comprar algo que no encuentro en el centro o en mi barrio, aunque entiendo a todos aquellos que disfrutan de esta particular alameda sin árboles, pero sí colorida.
Si te subes arriba y te apoyas en una barandilla, podrás pasar un buen rato viendo a la gente pasear por esta curiosa alameda de hormigón, madera y cristal.
Del puente a la alameda ... http://www.youtube.com/watch?v=A0yJYljd5Oc
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