jueves, 31 de enero de 2013

Entrenamiento dominical

Tenía ganas de bici este pasado domingo y, me hinché de darle a los pedales de mi Kona. Como uno ya va teniendo una edad, avisé en casa del recorrido que pensaba hacer, porque salía solo y nunca sabe uno lo que puede pasarle por esos montes. La ruta final que salió fue ésta, en la que he marcado diferentes puntos a los que haré referencia con su correspondiente foto.


La idea fue salir de Marbella por la carretera y llegar hasta la entrada del club de golf Aloha dando el máximo rodeo posible para ir calentando piernas, ya que esperaba una buena jornada de cuestas continuas. Se toma en dirección Norte por lo que es la "Puerta Verde de Marbella." Éste sería el punto 1.


Subir y subir por una cuesta durísima que se me sigue atragantando y no consigo pasarla del tirón.


Tanto esfuerzo por la senda paralela al pantano tiene su recompensa en forma de increíbles vistas.


La Concha se ve reflejada en las aguas de un pantano lleno, esto último para suerte de toda la población que lo usamos. (Punto 2).


Fui cogiendo altura y tomando nota de cada uno de los rincones por los que iba pasando.


Desvío a la derecha, camino del Matulo, pasando por la casa del cabrero, llegando hasta el primer chorro de agua, que viene de la montaña, sin tratamiento alguno, donde me pegué un buen atracón de agua, con su correspondiente arenilla, y llené los bidones.


A seguir subiendo, con algún pequeño tramo a pie por aquello de que aún tenía algo tocados los cuádriceps de la media maratón. Así hasta el cruce que tomé a la derecha siguiendo el camino del Castaño Santo. Girando a la izquierda se llega al Guadaiza. Pero eso sería más tarde. La foto pertenece al punto 3 del plano.


Esa vía se ve que nos sirve a todos para entrenar, incluso a los coches preparados para el campo.


Llegué hasta donde mis piernas se pusieron como dos palos, con los cuádriceps totalmente contraídos por el esfuerzo. A partir de este punto (4) comencé a bajar todo lo rápido que pude, entrenando también algo muy importante como es el descenso por caminos bacheados con la bici, siempre controlando lo suficiente como para no irme por una curva.


Al llegar abajo del todo, empecé a ascender hasta el pantano del Guadaiza, que está a rebosar, literalmente (punto 5).


Después de éso y bajando ya el sol, di pedales buscando el regreso, terminando una jornada de poco más de 50 km, con un tiempo total de cinco horas y media. Otro entrenamiento más acumulado en mi camino hacia los 101 Km de La Legión.

Ahora que veo bien el perfil, entiendo ese dolor final de piernas en la última subida.


Lo de este pasado domingo son de esas pequeñas cosas que le hacen a uno sentirse vivo.

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