martes, 5 de febrero de 2013

Un domingo ventoso

De todo se puede sacar algo positivo, hasta de un domingo con un viento insoportable, pero que ayudaba a componer fotos y a disfrutar con los perros en una playa solitaria. Estos tres se lo pasaron de miedo.


El mar siempre está ahí de compañero, haga el tiempo que haga. Su contemplación ayuda a recuperar energía positiva.


Deporte favorito de mi negra: que le lance piedras bien lejos para ir en busca de ellas y volver al galope.


Quién me decía que el bulldog francés es una raza que no puede correr. Este nuestro no para, es rápido y le gusta juguetear corriendo con los compañeros.


Creo que en esta foto se puede apreciar perfectamente el viento levantando la arena.


Hubo un momento en que creí que Poncho salía volando en una de las rachas fuertes.


En días así es como si alguien se hubiese encargado de alisar la arena, quedando muy expuesta cualquier huella.


Una pisada, una huella.


El mimosín tuvo que ser protegido, molesto como estaba.


Las gaviotas hacen dibujos en el cielo, normalmente son formas circulares, como metidas en un túnel del que quisieran escapar.


El mar forma rizos en la superficie, formando pequeñas barreras al sol que lo ilumina.


Termino la entrada con el carita de bueno, aunque es totalmente anárquico, va a su aire sin gobierno que le mande.




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