Para nuestra suerte, había olas, así la diversión es doble. Se trata de saltar más que ellas.
Desde dentro, cuando pasa la ola camino de la playa, parece como si quisiera tragársela, gente incluida.
Otras veces nos interponemos en su camino, metiéndonos en busca de sus secretos.
Al final siempre deja salir de su interior.
Los juegos se van sucediendo, entre persecuciones, luchas y ahogadillas.
No puede faltar la tabla, con la consiguiente lucha para quedarse con ella.
Después de tanto mar, también apetece un poco de relax en la orilla.
No dejéis pasar esta canción.
http://www.youtube.com/watch?v=Xme54LShkSA
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