lunes, 5 de noviembre de 2012

No importa que llueva, al contrario

Siempre hay algo que sacar de provecho en días lluviosos, situaciones en las que la luz gris del otoño resalta alguna foto. El sábado amanecía con lluvia en Marbella y uno de los gatos optaron por abandonar la barandilla para ocupar el cómodo tendedero.


Dana, mi perra, no es muy amiga de salir a la calle con lluvia, pero como no sabe cómo está el tiempo hasta que no baja, pues insiste en ir de paseo, aunque nuestra cercana avenida se encuentre casi solitaria.


El riesgo de ser bañado por algún vehículo, también sube. A cambio me deja una colorida imagen.


Estas esculturas están en un lugar donde pasa mucha gente, pero en vehículos. En una plaza con bancos para sentarse, hubiese supuesto una buena alternativa para su contemplación.


El agua que cae del cielo suele terminar en el mar o muy cerquita de él.


Y no importa que llueva con tal de visitar el ya famoso bergantín encallado.


En cuanto para de caer agua del cielo, algunos salen a hacer deporte, con el riesgo de empaparse, pero con la convicción de divertirse.


Lluvia al corazón ... http://www.youtube.com/watch?v=p5k8BPMndao

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