De casa íbamos Maite, Javier y yo; se nos echó el tiempo encima y llegamos un poco tarde, pero lo suficientemente pronto como para incorporarnos justo cuando ellos se subían a la bici para iniciar el recorrido por la zona del albero del paseo marítimo. Yo eché mi cámara de fotos Nikon y a la primera que cacé fue a mi amiga Sole.
Un paseo organizado con todo respeto hacia el resto de los usuarios del paseo marítimo.
Un buen momento para ponerse al día las amigas.
Los compañeros del club ciclista La Vereita, también quisieron estar en el evento.
Mi amiga, la arquitecta Rosario Gallego, también se unió a la fiesta ciclista; cerca andaban su marido y sus hijos.
Mi hijo ha crecido mucho y hay que ir pensando en cambiarle ya la bici por otra más acorde a su tamaño.
Un buen retrato de una guapa ciclista como es Maite.
No podía faltar a la cita uno de los deportistas más emblemáticos de Marbella, el amigo Paco Portero.
Y entre charlas, risas y fotos, llegamos a la entrada de Puerto Banús.
Alguno aprovechó para preparar la cámara de vídeo, como el amigo Miguel Tovar, que esa noche dejó las funciones de DJ para coger la bici.
Yo me lo estaba pasando en grande.
En la participación hubo matrimonios, como el caso de Arturo y su amigo Jeffrey, que asistieron con sus respectivas esposas y sus hijos.
Lo de atravesar Puerto Banús, de noche, en el mes de agosto, fue lo más complicado del paseo, pero pudimos llegar al otro extremo sin contratiempos, eso sí, con un poco de temor a los coches.
Hay madres comprometidas con el ciclismo urbano.
Y terminamos llegando a San Pedro, donde pudimos emplear un tramo del carril bici de allí. La parada fue en una fuente muy marinera ubicada a mitad camino de la playa.
No podía falta un historiador, gran conocedor de Marbella, como es el amigo Paco Moreno.
Aquí cada uno iba a su tema, unos reponían fuerzas, otros hablaban o retocaban sus bicis.
Aquí la madre dispuesta para continuar, y el hijo arreglando la luz trasera de su bici.
Y a la vuelta hubo parada de avituallamiento.
La presi tuvo que poner orden para poder hacer una foto de grupo, porque no había manera, jeje. La cerveza en Largo´s estuvo mucho mejor que cualquier bebida energética.
La luna fue testigo de todo el recorrido.
El amigo Arturo se preparaba para marchar con su hijo, que se quedaría dormido por el camino oyendo a papá pedalear.
La vista de Poniente de Puerto Banús, con los reflejos en el mar.
Y como siempre quedan rezagados para estas cosas, unos pocos decidimos aparcar las bicis en la playa cercana al embarcadero del Marbella Club.
Jamás disfruté de un baño con el agua tibia del Mediterráneo en una madrugada acompañado de la familia y algunos amigos. En esta foto se ven los que quedamos de los muchos que hicieron la ruta. Y es que algunos no tenemos remedio.
The woman I love ...
Great pictorial record of our ride Orfilo, thank you very much. I didn't know you blogged. Until the next meeting!
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