Ayer domingo hice el último entrenamiento antes de la prueba de los 101 Km de La Legión de Ronda, en la que participaré en la modalidad de Duathlón, recorriendo las localidades de Ronda, Arriate, Alcalá del Valle, Setenil de las Bodegas, Montejaque y Benaoján, para terminar en la alameda de Ronda; con un total de 83 Km en bici de montaña y 18 a pie, aunque a tenor del perfil, serán más los que haga a pie y menos en bici, porque hay cuestas en las que ya sé que será mejor bajarse de la máquina.
Con idea de entrenar con las máximas dificultades posibles, salí pasadas las tres de la tarde, con el sol dando bien, sin echar sales minerales para el agua y sin usar el inhalador para mi asma de esfuerzo, pasando por zonas de olivo, al cual soy alérgico. No se me ocurrió ninguna trastada más para mi cuerpo, bueno, sí, me salté la comida del mediodía. Con ésas empecé a subir a Istán, pasando la prueba de su famosa rampa del puente de la autopista sin asfixiarme; antes de lo habitual en mí, ya estaba llenando los bidones de agua en la fuente y comiéndome una barrita energética.
Ahora quedaba la parte más complicada para mí: llegar hasta el cruce de caminos situado a 10 Km de Istán, con una parte final bastante dura en la que siempre tengo que echar pie a tierra para andar en algunos tramos, cosa que también forma parte del entrenamiento: éso de arrastrar la bici. Con paciencia y haciendo una sola parada para abrir una barrita energética, llegué bien al mencionado cruce.
Desde aquí ya solo quedan un par de subidas antes de dejarme caer hasta el puente de la carretera que lleva a la costa, con un recorrido aproximado de 6 Km, siendo camino de tierra y piedras hasta más o menos la mitad, y luego con asfalto rugoso. Aquí entrené el descenso por carriles con piedras y arena, en el que hay que estar con muchísima concentración para no terminar en el suelo.
Y llegado a este punto, solo quedan unos 5 Km en subida moderada pero constante hasta coronar el puerto de Ojén, desde donde ya solo hay que dejarse caer hasta casa, pero en los que es más que aconsejable meter todo el desarrollo y dar pedales para que las piernas no se queden heladas, porque a esas horas avanzadas de la tarde hay sombra en la carretera.
Y así pasaron estos últimos 52 Km de entrenamiento con la bici de montaña. Ahora toca recuperar esta semana para que los músculos estén a punto el día más importante de esta temporada deportiva.
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