El viernes 17, recogíamos Iván y yo el dorsal en el hotel Meliá Cohiba.
El recorrido lo conocíamos por nuestros entrenamientos, por lo que sabíamos a qué nos enfrentábamos.
El domingo, a las cuatro de la mañana ya no podía seguir durmiendo, me levanté a las cinco, me puse la vestimenta que iba a llevar en la carrera y me fui a desayunar. A las seis y media, ya estábamos preparados para irnos a la carrera, que salía desde el Capitolio, muy cercano al hotel donde trabajamos.
En pocos minutos ya estábamos disfrutando del gran ambiente de la carrera, con casi seis mil participantes.
Capitolio y Gran Teatro.
Metidos ya en el cajón de salida.
La marabunta. Más de cuatro minutos hasta pasar por el arco de salida.
Corriendo por el malecón.
A la altura del hotel Nacional.
Viva México.
Vamos de vuelta. Ya hemos hecho los primeros 5 Km.
Hubo quien contó con la ayuda de su pareja para avanzar más rápido.
Después de esta foto, sobre el Km 6, le dije a Iván que tirara ya él para adelante.
El camión que iba recogiendo las botellas que habíamos ido tirando los corredores por el camino.
Unos corriendo, otros pescando.
Subiendo por Prado. Último kilómetro.
Y terminé mi primera carrera al otro lado del charco. Mi peor crono en los 10 Km, pero dadas las circunstancias, no está mal del todo. Más de 800 corredores llegaron a meta después que yo.
Esperando para recoger la medalla de finalista.
El ambiente post carrera.
Los dos amigos, después de cruzar meta y recoger sus medallas.
En Parque Central.
Última foto de la carrera, en el lobby de nuestro hotel.
Espero que no sea mi última carrera en América ...
Una preciosa canción de James Taylor, como todas las suyas.
