Muchas ganas teníamos ya de playa, máxime cuando llevo una temporada que me encuentro bastante bien. El chico de la familia y el papá, con bañador y muchas ganas de arena, la madre decía que no se iba a bañar ... En camino.
Empezamos la jornada con calma, jugando en la arena.
La mamá con las piernas al cielo.
Todo era tranquilidad, con los barcos a contraluz.
Nacho se fue acercando al agua, aunque aún eso de las olas no va mucho con él.
Zenia empezó a buscar algo más allá de esa línea recta llamada horizonte.
Empecé haciendo fotos dentro del mar.
Y terminé por sumergirme en sus aguas.
Una pequeña medusa no se atrevió a rozarme.
Las cosa se fue animando.
Y la morena también terminó dentro del agua.
En equipo somos muy fuertes.
Todo lo que me das es lo que ahora necesito ...