jueves, 25 de febrero de 2010

Ropa tendida

El del pueblo quiere ir a la ciudad a labrarse un futuro, y el de ciudad quiere ir al pueblo para dejar atrás un pasado. Todos decimos alguna vez: -si yo hubiera sabido, si yo volviera atrás sabiendo lo que sé ahora.- Ah, amigo, el agua del río pasa y no vuelve. No obstante, yo también digo que si volviera atrás buscaría una casa blanca en la sierra, donde mis bronquios no tuvieran dificultad para coger el aire fresco y la humedad no fastidiara mis huesos, donde mis hijos corrieran con los mofletes acalorados por cuestas imposibles de piedra y tierra prensada; donde el tiempo no fuese más que una magnitud de la Física.

Me dedicaría a escribir, a ayudar en tareas sencillas para ganar el suficiente dinero para comer y vestir; sería el fotógrafo del pueblo, para hacer feliz a la gente con sus recuerdos en papel. Sería el dueño de mi vida.

Soñar es algo que, de momento, no está gravado por algún impuesto, y hasta te puedes permitir el atrevimiento de hacerlo dónde y con quién quieras.

Os dejo con una canción de éso, de sueños, con Julieta y Diego.

martes, 23 de febrero de 2010

Déjame entrar

Precioso rincón de Frigiliana, pueblo blanco, bonito y alegre. Hasta allí me llevó este pasado sábado mi labor de árbitro de karate, y el inicio de mi hijo en la competición provincial, que si bien todavía le queda mucho por aprender, disfrutó con el evento.

Después de cumplir con las obligaciones, comimos en un restaurante que ya Maite había divisado mientras yo estaba en un cursillo sobre una nueva modalidad de competición para niños. El sitio era acogedor, nos pusimos bien, yo más que comer, devoré, ya que me había levantado a las siete de la mañana y no había comido ni bebido absolutamente nada.

El paseo por el pueblo fue genial, Javi me iba mostrando los sitios que él ya había estado investigando con su madre. Hice unos cuantas fotos que iré subiendo por aquí.

Tuvimos suerte de que al menos no nos cayera agua, que ya es mucho en el tiempo que estamos. Fue un bonito y completo día.

Quítale la llave a tu cerradura ...
http://www.youtube.com/watch?v=hBOFsodrsxY&feature=related

viernes, 19 de febrero de 2010

Anatomía de una ola

Viene y va, pero ya no es la misma.
Se viste, erguida asoma la cabeza, se crece,
Está tan orgullosa, mostrando su belleza,
que cuando quiere darse cuenta, se está rompiendo.

Hay veces que toma formas,
de mujer, de animal, de vida o de muerte.
Cómo me gusta abrazarla, sentir toda su fuerza,
ver que se lleva consigo algo de mí.

No hay dos iguales, cada una es única;
marcan un ritmo, pausado, periódico.
De tonos grises y verdosos en invierno,
de azules brillantes en verano, son sus colores.

La foto fue tomada hace ya tiempo, pero me apetecía rescatarla para acompañar este poema y esta preciosa canción de Antonio.
http://www.youtube.com/watch?v=BLQPi70D5-4

lunes, 15 de febrero de 2010

Agua, mucha agua y alegría

Hoy hacíamos bromas en la oficina con las predicciones de que íbamos camino de convertir esto en un desierto, y añadíamos que sí, pero de agua. No para de llover. También me ha escrito una amiga diciéndome que con la última lectura de mi blog se ha puesto más triste de lo que ya de por sí estaba, y como no quiero poner a nadie mal, cambiaremos de aires en esta nueva entrada.

Me han dicho en alguna ocasión que no hay quien tenga tiempo de leer tanto, que escriba menos, más cortos mis textos. ¿Y qué prisa hay? Se ve que la lectura sigue siendo algo poco habitual; más bien me atrevería a decir que seguimos con la mala conciencia de “perder” el tiempo no haciendo otra cosa que no sea trabajar, olvidando que ya en la Biblia decían que había que ganarse el pan con el sudor de la frente, como castigo, no como bendición. Pero bueno, algunos creen que el trabajo santifica, yo sólo lo uso para poder pagar lo necesario. Siempre recuerdo una estrofa de una canción de Serrat, que dice algo así como: -¿no le gustaría tener que renunciar a todas sus pertenencias para ganar la libertad y el tiempo que pierde en defenderlas?- Pues yo a veces me considero libre, dentro de las obligaciones creadas al ser padre.

Y curiosamente me encuentro más libre cuando estoy solo, perdiendo el tiempo, con la bici, o paseando, labor ésta última que llevo a cabo al menos una hora al día, con la excusa de sacar a mis perros. Y respiro, me bebo las estrellas, las nubes, el sol, todo lo que se me ofrezca; me río de las prisas, del trabajo, de la puta crisis, de los imbéciles que creen que le echarán los pisos y los dineros en la caja ésa en la que a todos nos meten y nos mandan de paseo a otro lado.

Amiga mía, no estés triste, sea lo que sea, y si puedes hacer algo por alegrarte, hazlo, que los días pasan uno tras otro, tan rápidos que ayer fue hace más de treinta años. Lucha por lo que creas que está bien, no por lo que te digan que tengas que hacer. Sé libre. Y recuerda que todos los que han intentado cambiar las cosas en este mundo, al final han terminado fracasando; con la de ilusiones que tenía uno de joven...

Toda el agua de la fuente que os muestro, está para beberla, para disfrutarla, como la vida, como el amor, como el tiempo que nos dejan estar por aquí.

Venga, vieja amiga, sí, tú, ya sabes a quién me dirijo, para que te muevas un poco y bailes. Y si no te escucho, GRITA…

sábado, 13 de febrero de 2010

La vida misma en imágenes

Quería aprovechar estas tres fotos para hacer un resumen del paso de la mayoría por esta esfera que no para de girar día tras día. Empieza uno con los juegos, con el querer ganar, por el estar por encima del vecino para llamar la atención de las chicas, o mejor, de ésa que quieres para ti. Mira uno altivo desde el puesto del que se cree invencible, del que tiene mucho tiempo por delante. Sí, tú sigue, que ahora iré yo cuando me apetezca.

Se deja uno atrás el orgullo para conseguir al ser amado, se pavonea a su lado, sufriendo por una mirada que no quiere coincidir con la tuya, por un mínimo saludo, por un sentir el aire de su boca.

Una vez todo conseguido, o cansado en el intento por no lograrlo, se busca un rato de soledad, un dejad que quiero estar un rato solo, que ya me queda poco y quiero respirar mis últimos litros de aire.

Paso mucho tiempo en la playa en invierno, observando a los únicos habitantes por estas fechas que se atreven a estar cerca del agua fría y gris del mar. La gaviota vieja me dejó acercarme mucho a ella. Estaba cansada, como enferma, me dejó hacer, parar su mirada cansada, su pico gastado, sus alas fuertes y duras por el tiempo.

Daniela por dentro está llena de puertas, unas cerradas, otras abiertas… A veces sales, y a veces entras ... Magnífico Pedro Guerra.

domingo, 7 de febrero de 2010

Agárrate fuerte

Hace unos días me decía mi amigo Arturo que si no tenía otra cosilla que no fuesen paisajes marinos. Hoy estando en casa de mis padres, dando una vuelta por el jardín, me he acordado de él y he hecho un par de fotos que igual les puede agradar. Una la enseño hoy, la otro formará parte de otra entrada en este blog, acompañada seguramente por alguna historia de amor, o desamor, que suelen ir unidas.

El plástico viejo, decolorido, aún sigue dando juego para quedarse colgado en una foto, en un amor que no pudo ser.

Agárrate fuerte a mí.

sábado, 6 de febrero de 2010

Al rico rompe piernas

Esta semana me he quedado solo con la bici. Planeé llegar a Ojén a través del campo, incluso llamé a mi amigo Arturo para ver por dónde había que tirar para llegar hasta allí desde Los Altos de Marbella. Ya me avisó de que no era fácil dar con el camino, así que no las tenía todas conmigo. Como siempre, metí la cámara compacta en un bolsillo trasero del maillot, con la intención de ir haciendo fotos por el camino.

Cruzo por el puente que lleva al hospital y empiezo a subir a Los Altos de Marbella. Madre mía, cómo pesa la bici conmigo encima, qué rampas más exigentes. Aprovecho para hacer una foto desde el puente que salva la autopista. No llevo ni veinte minutos dándole a los pedales desde que salí de Marbella, y ya voy sudando como un pollo. Contemplando los maravillosos paisajes que hay, mirando de reojo el repetidor hasta donde tenía que escalar, iban pasando las cuestas hasta llegar a la entrada de la urbanización. Ahí paro, bebo algo y aprovecho para hacer alguna foto.

Antes de que se enfríen las piernas, sigo subiendo rampas hechas para ir en un 4x4, no en bici. Tengo que parar un par de veces, porque voy con plato chico y piñón grande, avanzando lentamente y guardando el equilibrio para que no se levante la rueda delantera, y de paso me asomo al par de miradores que hay con vistas maravillosas de toda la costa. Así hasta llegar a la zona de los repetidores, en lo alto de la montaña. Desde allí se ve Ojén y una infinidad de caminos que llevan hasta él. Como no tengo ni idea de por dónde he de tirar y no puedo arriesgarme a perderme en mitad de la nada, con solo media botella de Aquarius, decido hacer otra ruta. Esto último es señal de que me voy haciendo mayor, porque hace unos años hubiera pasado de todo y me hubiese arriesgado solo, sin agua y como fuese. En fin …

He optado por hacer recorridos rompe piernas, subiendo y bajando cuestas por la zona de Los Molineros, por Río Real, Incosol, hasta que me ha dado el hambre y me he vuelto a casa. Hoy no he llegado a las tres horas de bici, pero tengo las piernas más duras que un pilar de hormigón. Creo que ha servido el entrenamiento, y las fotos.

Una canción del maestro del poema hecho canción, llamando a las puertas del cielo.

martes, 2 de febrero de 2010

De ida y vuelta

Todas las mañanas, sin fallar ni una, diversos grupos de aves dibujan formas en el cielo, camino de los distintos lugares en los que pasarán el día. Y de la misma manera, siempre hay alguien haciendo deporte rozando la orilla del mar.

En ambos casos, hacen un recorrido de ida y vuelta. Las aves regresarán al atardecer, los corredores volverán a pasar en sentido contrario en menos de media hora. Y es que todo en esta vida es de ida y vuelta.

A pesar de los políticos, la vida es bella.