domingo, 30 de octubre de 2011

Ribera del Guadiaro

Un agradable paseo por la ribera del Guadiaro, en el tramo que lleva desde la zona de la cueva del Gato hasta pasada la estación de Benaoján. En el cartel que os muestro viene el recorrido hasta la estación de Jimera de Líbar. Todo va discurriendo por lo que es la Cañada Real del Campo de Gibraltar.

El río Guadiaro recoge, entre otras, las aguas del Guadalevín y del Genal. La zona invita a la serenidad, con su bonita arboleda dando sombra y vistiendo de reflejos el agua en su discurrir.

Se van formando pozas profundas e incluso se salvan pequeñas presas, que se pueden atravesar de lado a lado con el debido cuidado.

El camino permite el paseo a caballo. Alguna vez habrá que probar esta alternativa.

Se encuentran rincones con pequeños rápidos por doquier.

La cámara permite convertir lo bravo en la suavidad de la seda.

And you want to travel with her ... http://www.youtube.com/watch?v=_Af4p3OUX1I

viernes, 28 de octubre de 2011

Sierra Blanca

La responsable de que tengamos ese clima tan tibio, que ni nos hace pasar frío en invierno, ni calor excesivo en verano: Sierra Blanca.

Me apetecía mucho pillar este ángulo mientras el sol iba perdiendo fuerza. Me parece una foto que llama a la paz, a la hermandad entre los pueblos, a la libre elección de cómo vivir los años que nos ofrecen sin molestar al que no piensa u opina como uno mismo.

Que no nos quieran dividir siempre en grupos opuestos. Todos podemos convivir en el respeto a los demás.

Para la libertad, sueño, lucho y pervivo ... http://www.youtube.com/watch?v=rgyNNxHuUlk

miércoles, 26 de octubre de 2011

Una chinche en mi lapicero

Esto es lo que entra por la puerta de la oficina últimamente solicitando algo.

Aún así, el cuerpo me pide hoy marcha. Que disfruten de la música http://www.youtube.com/watch?v=py_PavqqOao

martes, 25 de octubre de 2011

Entre lo real y lo irreal

¿Qué separa lo real de lo irreal, qué distancia hay? Tendemos a creer que lo real es estático y lo irreal dinámico.

domingo, 23 de octubre de 2011

A la entrada de la cueva de El Gato

Una corta pero intensa visita a la entrada de la cueva de El Gato, cuyo acceso está restringido, dado la dimensión y el peligro que puede llevar el entrar sin los conocimientos y equipos necesarios; es una buena medida.

Llevé a mi campeón hasta el aparcamiento situado a pie de carretera, a una hora tardía para pillar luces suaves a costa de largas exposiciones. Porque no lo he dicho, pero yo iba a lo mío, a hacer fotos y a dar un agradable paseo con mi hijo. Desde este lugar la montaña se muestra gigante, enseñando su entrada entre dos enormes árboles, con la vía del tren como testigo.

Una vez nos acercamos al río, pudimos comprobar que el puente de madera que lo cruza está roto, hay un aviso del peligro, Javi se queda estudiando la situación, aunque seré yo el que inspeccione y decida si cruzamos o no.

Vi que no había peligro para dos aventureros como nosotros y cruzamos. Llegamos a otro paso de madera, pero éste es seguro, está completo.

Como era tarde, ya estaban saliendo todos los espeleólogos que habían decidido inspeccionar la cueva. El momento es emocionante para Javi, que no conocía esa actividad.

Consulto a uno de ellos si el acceso hasta la entrada tiene mucho peligro para ir con el niño, me dice que hay tallados escalones sobre la roca y que yendo con cuidado podemos seguir hasta la entrada. Nos situamos ya a una cota desde la que se puede ver la inmensa poza alimentada por el agua que mana de la misma boca del gato.

Ya he llegado a escasos metros de la entrada, no voy a pasar de aquí, entre otras cosas porque ya sí que hay un cartel anunciador serio y prohibitivo; digamos que a partir de ahí no es para dar un paseo con la familia, es una cueva muy peligrosa, motivo por el que se hace necesario solicitar la debida autorización a la Dirección del Parque Natural Sierra de Grazalema.

El límite está en el puente donde Javi posa para la foto, con mucho cuidado porque la base es curva.

Una excursión de este tipo, con la poza tan impresionante y que Javi no pasara por encima de las piedras que la atraviesan, no podía ser.

La siguiente foto es la que más me costó sacar, la más arriesgada, pero mereció la pena ¿no lo creéis así?

Para que os hagáis una idea del making-of de la foto, os subo una instantánea que me hizo Javi con una compacta. Sí, era tarde, no tan oscuro como sale en la foto, pero con poca luz para la fotografía, así que la mía tiene una exposición de varios segundos, trípode en equilibrio lo más estable posible, con dos patas dentro del agua y otra encima de una piedra, y yo, pues como podía para no caer dentro del agua gélida.

De regreso nos hicimos la foto, porque dentro de varios años, podremos recordar esas horas de aventuras juntos. Llegamos ya al coche con la noche cerrada, usando nuestras linternas.

Una de Enya, que va con el tema de hoy. http://www.youtube.com/watch?v=4m_elnDRSvc

miércoles, 19 de octubre de 2011

Cicloturismo al Tajo

Seguro que hay millones de fotos del Tajo, de todas las iglesias, desde todos los ángulos. Me ha apetecido hacer turismo en bici, que me da la ventaja de ir a sitios donde poder parar y hacer alguna foto, no como el coche, y a la vez es más rápido y me cunde más que andando.

Ya he pasado de compacta, directamente me he colgado la réflex, eso sí, no la profesional, que pesa más que un mulo ahogao, como decimos por estos lares, sino otra que tengo más ligera. Digamos que el recorrido fotográfico que os mostraré, empieza en la fuente de lo que era la entrada al pueblo, justo al lado de la puerta de Carlos V, adosada a la muralla.

Después de bajar la "cuesta del cachondeo", que supongo que le viene de la pendiente que tiene, que da miedo bajarla y se suda sangre para subirla, me ha gustado esta otra imagen del Tajo, un poco lejana, pero que hace honor a su grandiosidad.

El sol se me ha ido por el camino, amenazó escondiéndose tras unas nubes, para luego desaparecer por completo.

He tenido que empezar a subir la famosa cuesta, de vuelta al barrio de San Francisco. Lo peor de todo es que como venga algún coche y haya que bajarse de la bici, luego no hay quien consiga ponerse en marcha de nuevo sin riesgo de caerse. Como no había excesiva prisa, me lo he tomado con calma hasta el siguiente rellano donde poder iniciar las primeras pedaladas. Aquí el fotógrafo ha orientado la máquina como buenamente ha podido para poder salir él con el monumental Tajo detrás.

Soy de Marbella, me encanta la iglesia de La Encarnación, pero las iglesias de Ronda compiten entre las muchas que son, en belleza y grandiosidad. Y para muestra la del Espíritu Santo, ya de vuelta de mi excursión en solitario, de las que me gustan, a mi aire.



sábado, 15 de octubre de 2011

Al otro lado del puente

Me apetecía ver el Puente Nuevo desde el otro lado. La visita ha sido al mediodía con una luz muy dura para la fotografía, pero no siempre puede elegir uno todo. En un día nublado, con otras luces homogéneas, la cosa tiene que ser muy diferente.

Me sigue impresionando la garganta abierta por el río Guadalevín. Quiero intentar bajar al fondo para fotografiarlo todo en su grandeza.

Los jardines de la casa del rey moro es otra visita obligada para el próximo paseo por esta bella ciudad. Hoy me he tenido que conformar con verla desde la orilla opuesta.

La gente queda impresionada cuando se asoman a un gran vacío.

Esta gato se ha empeñado en acompañarme durante parte del paseo. Estaba hecho un mimoso de cuidado y se acercaba en cuanto le llamaba para fotografiarlo.

El puente Nuevo, con las chumberas como complemento a un espectáculo natural de enorme belleza.

No se me ocurría nada mejor que el toque de Paco de Lucía para esta entrada. http://www.youtube.com/watch?v=fccZqn5XToE


miércoles, 12 de octubre de 2011

¿La condromalacia? Bien, gracias

El lunes tuve bastantes molestias haciendo karate, así que hoy tocaba entrenamiento intensivo de bicicleta, a ver qué tal. Como no paro de idear, que no sé si eso será bueno o malo, se me ha ocurrido ir haciendo fotos por el camino, sin dejar de dar pedales en ningún momento. Más o menos viene a ser como lo que te da tiempo a ver así, de paso. La cámara que me ha acompañado ha sido la todo terreno Oly, que igual me la llevo a la nieve, que al mar, que ha donde sea. La calidad de sus fotos no es tan buena como yo desearía, pero aún no me atrevo de tirar de réflex por la carretera.

El recorrido elegido ha sido uno más que conocido, saliendo desde mi oficina, cerca del teatro municipal, camino de Estepona y a la vuelta he subido a Benahavís para quitarme el gusanillo de hacer alguna subidita. No me he preocupado de quitarle el ángulo original a las fotos, saliendo en la misma posición con la que he disparado, por supuesto, sin dejar de mirar la carretera, que no están los conductores por dejarme ni tan siquiera el medio metro de respiro.

El minarete de la mezquita con el escudo de Marbella por delante, es lo primero que he fotografiado.

En menos de 20 minutos ya veía la plaza de toros de Nueva Andalucía, enmarcada por pinos.

Y en cuatro minutos más, pasaba por la obra eterna a la entrada de San Pedro de Alcántara. ¿Qué quiere decir ésto? Pues que, no voy a decir que vaya el personal a la velocidad de entrenamiento, pero que tranquilamente se planta uno en bici de paseo en una media hora desde Marbella. Si en vez de coche, se usara la bici para tal desplazamiento, se haría deporte y se descongestionaría muchísimo el tráfico.

El paso por el hotel Kempinski ha sido movidito, como se ve en la foto. En este tramo hay menos tráfico y por eso algunos creen que están en un circuito y pisan bien a fondo el acelerador. Menos mal que las fotos iban a voleo, porque si no, alguno me hubiese sacado las pegatinas de la bici.

Justo en una hora estaba ya en Estepona, dando la vuelta ya.

Iba de batería, muy justo, así que dejé la cámara para la subida a Benahavis. Creo que sería capaz de llegar con los ojos vendados. Este tramo lo llevo haciendo en bicicleta desde los dieciséis años, y me queda uno para el medio siglo, así que ajustad cuentas. El repecho del túnel, a lo tonto, se planta en el cinco por ciento de pendiente, aunque siempre termino por ver la luz al final.

Esta vista es preciosa, al menos para mí, con el campo de golf y nuestra sierra al fondo.

Para cuando me quiero dar cuenta, ya estoy pasando por el seto que hay a la entrada de Benahavís.

Hoy ha sido festivo, pero la tienda que hace de estanco, alimentación y varios, estaba abierta. Un paquete de galletas de dinosaurios bañadas en chocolate blanco y una Fanta de naranja, me han llenado el depósito de carburante para la vuelta a Marbella.

Poco menos de tres horas dando pedales, 66 kilómetros de recorrido y casi 2800 calorías consumidas, con el valor añadido de disfrutar de un estupendo día otoñal de sol, es el balance positivo que saca este maduro deportista.

domingo, 9 de octubre de 2011

Inicio de preparación de los 101 Km

Creo que ya conté que este año que viene, si hay salud, quiero hacer la prueba de los 101 Km de La Legión, en bicicleta de montaña. Además de sacarme la espinita con La Sufrida en bici de carretera, que espero sea al menos un par de semanas después que la otra prueba, para que me dé tiempo a recuperarme.

Bueno, pues hoy he decidido empezar el entrenamiento con la MTB. Tras dieciséis días sin dar pedales y varios meses sin coger la de montaña, las primeras cuestas se me han hecho durillas. Ahora, eso sí, la cámara la he echado en el maillot. La idea era hacer un recorrido circular pasando por Arriate, que lo voy a explicar con total detenimiento y fotos por si alguien quiere hacerlo, que no vaya a la aventura.

Se parte delante del recinto ferial para bordearlo por el Norte y seguir por el camino de tierra hasta el desvío a la izquierda indicado como Puerta Verde de Marbella.

Viendo esta foto me doy cuenta de que gracias a las clases de karate estoy perdiendo panza. Ya era hora. Bueno, a lo que vamos, que siguiendo por este camino vamos derechitos al Pilar de Coca, ya conocido de otras excursiones.

Si seguimos de frente, bajamos hasta la carretera de El Burgo, que la tomaremos durante un pequeño tramo hasta la venta La Venta, que se llama así, que no me he equivocado, y hay que coger un carril de tierra a la izquierda.

Siguiendo ese camino se llega hasta la vía del tren, que se cruzará con toda la precaución del mundo.

Se baja una tremenda rampa de hormigón, que pasará a camino de tierra otra vez, que nos conducirá directamente a otro protagonista de este blog: El puente de la Ventilla.

Pasamos por encima del puente y nos desviamos a la izquierda, donde está este cartel anunciador. Pero cuidado, que nuestra ruta no es la indicada en el cartel.

Seguimos todo recto por el camino, pasando por debajo de un puente de la carretera que va a Cuevas del Becerro.

El camino se convierte en una ancha carretera de tierra, que sigue paralela al carril original, pasaremos cerca de unos preciosos viñedos y las bodegas del Príncipe Alfonso de Hohenlohe, que en paz descanse. Siguiendo este camino llegaremos hasta la carretera que va de Setenil de las Bodegas a Arriate. Se gira a la izquierda, camino de Arriate, pasando primero por Los Prados.

No puedo evitar hacer un retrato aprovechando un disco espejo.

Unos cuatro kilómetros después de haber cogido esta carretera, se llega a Arriate. Al que le hago una foto sin bajarme de la bici, que ya voy teniendo ganas de llegar a comer.

Aconsejo bajar al río, que tiene una pinta tremenda para meterse dentro y refrescarse. Yo me he conformado con hacer alguna foto.

En el pueblo todo está perfectamente señalizado para salir camino de Ronda. Ya solo quedan los últimos cinco kilómetros, combinados entre falsos llanos y un par de buenas cuestas. La de la foto pertenece a un buen repecho, faltando ya poquito.

He llegado con buenas sensaciones, no muy cansado, porque han sido casi dos horas y cuarto con las ruedas gordas, disfrutando como un niño. Bueno, las fotos son todas hechas por mí, lo que quiere decir que las de espaldas pedaleando requieren el dejar el temporizador puesto, soltar la cámara en el suelo o en cualquier apoyo a mano y volver a por ella.

Para ser el primer entrenamiento con ruedas gordas, no ha estado mal, no.