miércoles, 31 de diciembre de 2014

47 Km un 25


Cada uno celebra el día de Navidad como quiere. Yo lo pasé sobre las dos ruedas de mi bici de montaña. Improvisé una ruta de monte y mar. Comencé a subir por la ruta Puerta Verde de Marbella, que une esta ciudad con Ronda, a través de carriles, ganando altitud en poco tiempo.


Desvío a la derecha para subir camino del Matulo, entrenando también los tramos de bajada, con cierta precaución, ya que yendo solo, en el caso de caída, puede ser peligroso sin nadie que pueda socorrerme. A todos nos gusta la velocidad, de una manera u otra.


Empiezo a notar que la bici me hace extraños, ¿no habré pinchado? pues sí, y no veas lo que se había metido dentro de la rueda: este increíble pincho, por completo.


Bueno, a desmontar neumático y cambiar cámara es lo que toca, así que paciencia y sonrisa.


Después del contratiempo, pasé por la casa del cabrero, que tenía unos chivitos la mar de bonitos y con ganas de juego.


Entre la subida y el rato de reparar la bici, me dio sed y aproveché un caño de agua para beber y llenar el bidón.


La panorámica de la subida es impresionante.


La Concha aparecía cubierta de nubes.


Después de coronar, continué hasta un merendero que hay camino del Castaño Santo. Allí tomaría un gel contemplando un cielo increíble, antes de iniciar una vertiginosa bajada.


Llegada a La Quinta, en busca del otro caño de agua que, curiosamente, vierte un agua algo templada.


Iba improvisando la ruta sobre la marcha, así que decidí bajar al paseo marítimo que une San Pedro con Marbella.


Este faro es objeto de cientos de fotografías, da mucho de sí tanto con el mar en calma, como en tempestad.


Uní bici y foto, lo más.


Ya puestos, entré en Puerto Banús, recorriendo su muelle, admirando los reflejos de la tarde.


El sol iba cayendo ya sobre el mar.


Mi Kona se sentía bien al calor de un tímido sol.


Terminé en casa de noche, con un entrenamiento de respetable perfil, y muchas horas conmigo mismo.

Thank you.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Doce fotos para 2014

Poco le queda a 2014 y quiero agradecer a la vida un año más de mucha actividad y buena salud. He seleccionado una foto para cada uno de los meses, algo con algún tipo de significado especial dentro de mi existencia. No están todas las vivencias, ni todas las personas con las que he compartido momentos especiales, y no por ello me he olvidado de ellas.

Enero. Un paseo en bici durante la noche, en compañía de mi hijo. Puerto Banús tiene algo hipnótico tanto de día como de noche.


Febrero. Javi empieza a montar a caballo. Parece que le gusta, tiene buen feeling con los animales. Será algo que se irá repitiendo en otras ocasiones.


Marzo. Participamos Maite y yo en el Trail de Montejaque, hay que atravesar el río que se suponía no llevaría agua, pero no fue así; días antes había llovido y no hubo más remedio que buscar el sitio menos profundo por donde pasar.


Abril. Maite y yo participamos por primera vez en una media maratón. Conseguimos terminarla sin parar ni un momento, ella antes que yo. Mi amigo Arturo Reque me acompañó en gran parte del recorrido, animando todo el rato. Mi marca: 2 horas y 23 minutos.


Mayo. La madre de mis hijos consigue terminar en menos de 23 horas la prestigiosa prueba de ultrafondo "101 Km de La Legión", en la modalidad de marcha. La acompañó mi amigo y compañero de karate, José María Chacón. Una prueba de resistencia donde la cabeza prima más que las piernas. Yo la volvería a terminar por segundo año consecutivo en la modalidad de duathlón.


Junio. Marbella Activa hace una moraga en la playa de El Cable. Pude ver cómo globos con el calor de la vela levantaban el vuelo en la noche.


Julio. Mi prima Elena Aranda se casó, en un acto emotivo para mí por muchas razones de familia.


Agosto. Este mes estuvo lleno de actividades deportivas. Una que me hizo mucha ilusión fue la de subir en bicicleta muy por encima de los lugares donde he estado esquiando. Alcancé más de los 3.000 metros de altitud, una experiencia única.


Septiembre. Este mes fue el de la sorpresa. Mi hija, residente ahora en Alemania, se presentó en Marbella sin previo aviso. Una semana que pasó demasiado rápida.


Octubre. Terminé mi segunda participación en la Marcha Cueva del Gato. Más de 40 km por la serranía, que se me hicieron especialmente duros. Los últimos kilómetros los hice con estas chicas de Lebrija.


Noviembre. Llegó la lluvia y, con ella, las fotos de agua.


Diciembre. Una quedada con mi amigo Miguelange, alguien que demuestra año tras año que una buena amistad puede que sea de lo mejor que se encuentre en esta vida.


Lo único que os pido a todos es que -Stay with me- y os daré lo bueno que hay en mí.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Ruta y chacinas


Otro año nos acercamos a la Feria de la Chacina, en Benaoján, no sin antes hacer una ruta de poco más de 12 Km en compañía de amigos. Primero desayunamos en el mismo bar donde lo hacemos siempre que vamos por allí, el bar La Palma. Después de un buen mollete con su correspondiente manteca con zurrapa de lomo, acompañado en mi caso por un vaso grande de Cola Cao, iniciamos la marcha camino de Montejaque.


Javi empieza siempre de mala gana, por aquello del madrugón, aunque luego siempre se anima.


Nos desviamos a la altura del cementerio de Montejaque, para coger la subida a la ermita, así entraríamos en calor, ya que la temperatura era de 0ºC a las nueve de la mañana. Ya comenzaba a darle el sol al pueblo que fuera de mi abuela paterna.


Un compañero del grupo estuvo enseñando a Javi a emplear los bastones en las subidas.


Y subimos a la hermosa ermita. Seguiríamos el recorrido a la inversa de como lo hacemos en la prueba de los 101 Km de La Legión.


Iniciaríamos una bajada con la escarcha aún en el suelo.


Hay que ser muy valiente para atreverse con la subida a la ermita en bicicleta.


Los bastones sirvieron al final para ir jugando con ellos por los charcos.


Continuamos con una bajada ya más pendiente, en busca de la vía del tren que discurre paralela al río Guadiaro.


Llegamos al río y seguimos el llano camino.


El amigo Vallejo entrena bien hasta de espaldas.


Mi campeón aprovechó que ya estaba bien despabilado para seguir con esa afición que tiene a la fotografía, para la que posee un ojo sin igual.


Camino del inicio de otra ascensión.


Sigue existiendo parte de una antigua vía romana, aquí pasando por encima de lo que es la Cueva del Gato. Javi descansando un segundo mientras Vallejo le estaba contando lo poco que quedaba para hacer cima.


Una nueva vista de Montejaque, ahora del Sur.


Íbamos ya de vuelta a Benaoján.


Un burro, de los que no se ven ya muchos. Una nueva oportunidad de foto por parte de Javi, al que le cundió bien el día con su cámara.


Tuve la fortuna de que posara para mí, dejándome acercar todo lo que quise.


No hay quien sea capaz de ponerle rejas al campo, siempre habrá un camino por donde pasar.


Y llegó el momento de comer los productos de la zona. Nos pusimos bien de comida y cerveza antes de volver a la costa. El recinto mostraba un lleno total.


Otro año más con los amigos del C.D. Benaoján Sierra y Luz, andando por la sierra, con un atractivo perfil.




I don´t want to talk about it (No quiero hablar de ello, una preciosa canción).