martes, 14 de diciembre de 2021

Acequia del Guadalmina

 Una excursión nueva con la familia, enseñando lugares por donde disfrutar de paisaje y Naturaleza libre. El recorrido fue el que se muestra.


Yo aconsejo dejar el coche a la entrada de Benahavís, justo a la derecha de la rotonda que hay antes de subir al centro del pueblo, así se puede bajar caminando tranquilamente y bajar hasta el río.


En esta ocasión se vino mi hija Teresa, disfrutando del más pequeño de los hermanos.


La Charca de las Mozas, lugar donde tantos y tantos nos hemos bañado desde muy jovencitos. Ahora aquello tiene el acceso restringido por un horario. Han sido unos cuantos los que se han ahogado ahí.


Los mayores son la fuente principal de conocimiento para los más pequeños.


Se sigue bajando por la acera paralela a la carretera de Benahavis.


Pronto se accede al puente que cruza el río.


Solo hay un pequeño tramo de subida hasta llegar a la acequia.


Todo el camino está lleno de árboles.


La acequia es un aliciente añadido para los más pequeños.


En el camino.


Si te gusta la fotografía con reflejos, te vas a hinchar.


Desde el puente hasta el final hay como algo más de dos kilómetros. Es fácil para cualquier persona, incluidos los más pequeños, como Nacho, que todavía no tiene los tres años.


Ya de vuelta, puedes ver otros paisajes, como esta vista general. Fijándose bien, se puede ver el puente de madera, cercano a la carretera.


Acequia a la derecha, ya con otros tonos de luces.


Curva a la derecha.


La felicidad está asegurada.


De vuelta al coche.


Merece la pena pararse un momento para contemplar el paisaje.


Algunas fuentes están con el agua cortada, pero dimos con una que sí estaba habilitada para beber.


Un paseo más que recomendable para estos días con sol y temperatura aún agradable.

Y nada más.



jueves, 2 de diciembre de 2021

En busca del nacimiento del Genal

 El río Genal nace en la localidad de Igualeja, en la Serranía de Ronda. Cuando llevas meses sin poder disfrutar de lo que te gusta, apetece coger el coche y hacer una ruta al alcance del estado actual de salud. Por ello, carretera de Ronda con mi esposa y mis dos hijos varones, para enseñarle a ella y al chico, lugares y paisajes diferentes.

La parada en la primera fuente, hay que probar el agua bien fría.


Entre otras cosas, pretendía enseñarle a Zenia los castaños con sus hojas ya ocres. Tal vez llegué ya tarde, o lo mismo es que esta zona es especialmente ventosa, que también.


Inicio de un corto paseo, porque hacía bastante fresco.


Nacho es un niño pequeño con un sentido tremendo de libertad; a él le gusta ir por libre cuando se encuentra en entornos que le llaman la atención.




Por fin saben estos cubanos míos, qué es de verdad el frío. Todos bien tapaditos.


El lugar es perfecto para practicar un ciclismo lejos de cualquier tipo de contaminación.


Pasamos por el pueblo de Pujerra, que estaba completamente lleno de visitantes, por lo que no hicimos parada en él; sí a la salida del mismo.


Tiene una buena piscina municipal, ahora cerrada, obviamente, aunque se puede hacer alguna foto interesante en su entrada.


Y así, en unos cuantos kilómetros llegamos a la localidad de Igualeja, partida en dos por el arroyo de Anicarrán.


Nos encontramos también con muchos excursionistas. Nosotros tomamos camino al nacimiento del río Genal.


Siempre que hay río, los reflejos surgen en sus aguas, con aleatorios colores. El agua sale de la cueva que se ve al fondo.


Son pocos los que se resisten a hacerse una foto entre dos de los estanques formados artificialmente para controlar el caudal del río.


Y una de las mejores cosas para mí fue disfrutar de mis dos varones.

Y antes de que la tarde se despidiera, dejamos el río y volvimos a casa; por ahora no estoy como para coger frío, y todos sabemos de cómo cae la temperatura en la sierra, en cuanto el sol dice adiós.


Nunca es demasiado tarde.