jueves, 30 de diciembre de 2010

Domingo soleado

Se agradece un domingo de sol en pleno invierno de frío. Todo el mundo sale a la calle buscando luz y calor. Hay quien aprovecha la alegría del prójimo para intentar ganar algo que ayude para el sustento. Curiosamente todos los acordeonistas que me he tropezado en las calles, son del Este.
La alameda se alegra de niños jugando y mayores de paseo, entre árboles deshojados y bancos de piedra vacíos esperando huéspedes en su descanso.

Hasta los patos quieren saludar y darse un festín de chuches con los críos que, impacientemente, arrojan lo que tienen a mano con tal de llamar la atención de los ánades.

El paseo se va haciendo largo y hay que probar los simpáticos bancos instalados en un nuevo Paseo de los ingleses, donde el antiguo albero ha sido sustituido por losas.

El paisaje invita a la fotografía, habiendo siempre un ávido captador de imágenes dispuesto a retener algo que llama su atención.

De vuelta, el tiempo se ralentiza ante una Ronda imposible de imaginar por alguien que no haya reparado en su arquitectura entrelazada con la roca y la tierra de sus campos. Este nuevo Paseo de los ingleses podrá albergar otra vez a jóvenes parejas de enamorados abrazados, abandonados a un tiempo muerto.

Born at the right time?

sábado, 25 de diciembre de 2010

Esferas sobre verde

Dos gotas subiendo después de haber caído sobre un fondo verde esperanzador. Luchan por no ser absorbidas por el todo, quieren mantenerse como individuos con opinión propia, con opciones y alternativas a la masa verde.

Ojalá me condenaran a compartir.

martes, 21 de diciembre de 2010

Felices fiestas


Tenemos al Rey Mago justo detrás de la puerta, solo hay que abrirla para poder obtener todo lo que deseamos.

Os deseo a todos lo mejor para el próximo año. Que nadie enferme, que vuelva el trabajo y que se dejen ya de pegar tiros y hacer daño.

Para que se abra la puerta y no se cierre más ...

sábado, 18 de diciembre de 2010

Entrega de cinturones negros

El pasado lunes asistí a la entrega de cinturones negros del Zen, en Marbella. Es un acontecimiento muy importante dentro de las artes marciales, algo sublime en el caso de este dojo. Como alumno del mismo, desde hace ya más de veinticinco años, aunque me encuentre exiliado, como dice el sensei, tuve el honor de asistir, además de participar en la clase magistral que hubo posteriormente. No llevaba cámara de fotos, pero ya se encargó Claudia de darme su compacta para ejercer de fotógrafo espontáneo, así que las fotos que veis aquí son mías, pero con cámara ajena.

Después de los obligados saludos de cortesía, el sensei leyó un precioso poema que nos hizo reflexionar a más de uno.


La atención de todos es tremenda, pero el respeto y la disciplina de los más veteranos es insuperable por el mejor cuerpo de élite que pueda existir.

Cada alumno de los homenajeados recibe un kanji escrito in situ por el sensei, de su puño y letra, personalizado y sellado.

El primero de la lista fue Miguel Ángel, que arropado por todos recibió los honores por su trabajo y esfuerzo en la preparación de su segundo dan, que esta vez se le negó, pero que seguro conseguirá en su siguiente convocatoria.

El siguiente fue Philippe, con un nuevo cinturón negro, desterrando el color marrón de su cintura. Su progresión ha sido muy buena y ha dado su fruto.

El mayor de esta promoción ha sido Carlos, farmacéutico y economista, que suma a sus logros académicos el de cinturón negro primer dan. Con trabajo todo se puede conseguir.

Larry consiguió algo que pocos años atrás vería como una meta a completar, cuando le llevé por primera vez al Zen e inició las nuevas clases que comenzaban a cargo de Joaquín Pavón, al que conozco desde muy niño, ya que es hijo de mi compañero y amigo, además de mi sensei en los tiempos en los que daba clase, Bauti, toda una institución dentro del gimnasio Zen de Marbella. Fue muy bonito ver a Joaquín entregando el primer cinturón negro conseguido por un alumno suyo.

Y la guinda la puso un karateka noble, asturiano, tan duro como inmejorable amigo, Kike, que recibió los honores por su dedicación a sus compañeros, asistiendo como Tori a todo el que se lo propone. Todo un ejemplo a seguir.

Después tuvimos clase de las cañeras, ducha y … bar; así que nos dieron las diez, las once, las doce …

http://www.youtube.com/watch?v=xRf0TqEbauk

domingo, 12 de diciembre de 2010

Lluvia y luces doradas

Un paseo en una tarde de lluvia, con las luces de la noche ya encima. La calle llena de tonos cálidos, con reflejos en un suelo dorado, invitando a caminar de forma pausada, disfrutando de un aire fresco.

Only you …

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Ubrique con agua

Hay días en que uno tiene que salir a la calle sí o sí, para poder respirar aire puro y refrescar las neuronas aletargadas por el frío y el agua. El día de la Constitución fue uno de ésos.

Decidí ir a pasar unas horas a Ubrique, ciudad famosa por sus trabajos con el cuero, aunque ya solo se da la venta en el lugar. Esta parte de la sierra de Cádiz se prodiga en lluvias, y no nos faltó durante la visita.

El pueblo tiene una parte llana y todo lo demás está construido en las laderas. Con otra climatología se podrían haber hecho mejores fotos.

Durante mi época de estudiante de B.U.P., estuve en un internado donde hice grandes amigos. Uno de ellos fue Juan Fernando, precisamente de Ubrique, así que pregunté por él en un bar donde estuvimos reponiendo fuerzas; con suerte, porque nos dieron la indicación exacta donde estaba ubicada la tienda que ahora regenta, que forma parte de la antigua fábrica familiar, de 1931, según rezaba en un cartel. Fue un bonito encuentro después de 32 años sin vernos. Es una gozada cuando se acuerdan de uno, hasta de mi difícil nombre. Charlamos durante un pequeño rato, ya que eran muchos los recuerdos, pero poco su tiempo libre en ese momento. Fue una agradable sorpresa.

Era imposible salir del pueblo sin comprar algo de piel, y al final nos decidimos Javi y yo por un monedero para cada uno. Me vine enamorado de una chaqueta preciosa y de un maletín; la pena es que no están los tiempos para caprichos.

Salimos del pueblo casi ya de noche, con las luces encendidas. Un día más, una excursión más y nuevas vivencias para el benjamín de la casa.

You´re the best thing

sábado, 4 de diciembre de 2010

Intentando preparar La Sufrida

Otra vez vuelve a la carga Miguel Ángel para convencerme y apuntarme a la prueba cicloturista más dura que pueda haber en Andalucía, como es La Sufrida. Su argumento es que la modalidad “corta” solo tiene 103 Km y lo tengo chupao. Sí, sí, chupao, con un puerto de Las Palomas que da miedo de subirlo hasta en moto, pero en fin … Al final le haré caso este año.

De momento estoy entrenando algún que otro fin de semana, cuando no llueve, ya que salir por debajo de los diez grados centígrados y encima con lluvia, no es de lo más recomendable para la salud. He aprovechado para hacer un pequeño tramo de la mencionada prueba, como es Ronda-Puerto de Montejaque-Ronda, con un recorrido de unos 34 Km. Al principio son unos diez kilómetros bajando desde una cota 735 hasta los 495 metros, para después empezar el puerto de unos 7 Km de longitud y un perfil como el que muestra la siguiente figura.

No es gran cosa, aunque sí ayuda a calentar las piernas, con algún tramo al seis por ciento. Lo que no hay que olvidar nunca es que hay que volver, y la carretera se encarga de recordarte que una vez que bajes el puerto tienes que subir a Ronda otra vez, y son 10 Km siempre hacia arriba, con tramos al cuatro y cinco por ciento, que ayudan a no coger frío.

Otro recorrido que ayuda a la preparación, y que me gusta hacer siempre que no haya viento, es el que lleva a Cuevas del Becerro, también con un puerto de montaña de por medio, como es El Saltillo, con 885 metros.

No es un recorrido largo, ya que en total supone unos 38,5 Km con visita incluida al nacimiento del pueblo. Lo más interesante es la subida de vuelta al puerto desde el pueblo, poco más de 3 Km de rampa continua comprendida entre el cuatro y el siete por ciento, que con viento desfavorable pone las piernas en tensión.

Y en esto andamos, en ver si al final este año que viene podré completar la bonita y dura prueba cicloturista de la serranía de Ronda.

Para los que gustan de mis fotos, lamento que éstas que acompañan esta vez, no sean buenas, ya que de lo único que disponía en ambas ocasiones era del teléfono móvil, y el mío no hace grandes fotos, que se diga.

Vamos dejando huellas …

sábado, 27 de noviembre de 2010

Llueve en la sierra

Teníamos que salir de excursión para orearnos algo los dos. Daba igual que estuviera lloviendo, queríamos hacer algunas fotos; seguro que veríamos algo interesante. Nos encaminamos hacia Grazalema, muchas curvas y mucha agua. Antes de entrar en el pueblo nos encontramos con la indicación de una fuente romana, y hacia allí nos dirigimos.

La primera foto la hizo Javi sin bajarse del coche, con la ventanilla abierta. Yo quería algo más, así que quise plasmar el entorno rural del lugar.

Como máscaras de teatro romano, cada una echaba un generoso caño de agua que desbordaba por uno de los laterales.

Por encima una placa conmemorativa, en un aparente castellano antiguo con mención del corregidor y el alcalde. Si alguien es capaz de traducirla completa, puede dejarlo como comentario. Curiosamente no lleva fecha.

Justo enfrente hay un lavadero, con caños libres cayendo sobre una piedra gastada y llena de un verde botella que le da la antigüedad. El lugar se mantiene limpio, como si aún siguiera dedicándose a lavar la ropa mientras las mujeres del lugar hablan de sus cosas.

Ya teníamos colmada nuestra curiosidad, así que salimos del lugar, nos adentramos en el pueblo y seguimos las indicaciones para llegar a un mirador. Todo allí era otoño.

El fotógrafo se iba mojando cada vez más, pero eso no era ningún impedimento para comprobar el resultado de su última toma, por si había que corregir algo.

El padre no podía irse de rositas, había que posar sin rechistar, en el lugar adecuado.

Antes de perder las cámaras bajo el agua, dimos la vuelta para buscar el coche. Por el camino me encontré con este cuadro, que me encantó.
Ya de vuelta paramos un instante para reflejar el estado de la tarde, con un pueblo encendiendo sus luces en medio del agua y la niebla.


Hoy también está lloviendo y … te he echado de menos. Contigo en la distancia.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Fiesta del conejo

Creo que cada vez me gustan más los pueblos pequeños. Hace algunos días que me llamó mi colega Miguel Ángel para decirme que en Parauta se celebraba la fiesta del conejo y que se venía para acá con todas sus mujeres, es decir, la señora y las tres niñas, así que si quería podía apuntarme al evento. Y así lo hice.

Parauta es un pueblo de la serranía, entre castaños y olivos, autosuficiente como todos los pueblos serranos, acostumbrados a sobrevivir con su producción agrícola y ganadera.

Con buen criterio, el día de la fiesta no dejaban bajar los coches al pueblo, así que tocó aparcar por el camino, como mejor se pudo. Después tocaba un agradecido paseo bajando al pueblo.

En el polideportivo montaron una gran carpa llenita de mesas, y en el exterior habían puestos donde se vendían desde quesos y vino, hasta pequeños juguetes y complementos para vestir. En fila india fuimos entrando bajo el arco puesto para la ocasión.

El plato fuerte de la fiesta era un arroz con conejo que todos pudimos degustar. Como buena fiesta que se precie, no podía faltar la música, como un grupo de verdiales.

Un momento muy emotivo fue cuando se homenajeó al anciano del pueblo, con noventa y nueve años cumplidos, casi nada. La apariencia del abuelo, con buen color y mejor humor, indica que pasará de largo el siglo. Me encantó el respeto y el cariño de todos hacia el anciano del pueblo, en unos tiempos en que la expresión aquella de –respeto a los mayores- tan mal aprendida tienen tantos jóvenes.

Después del buen yantar y del buen beber, fuimos a dar un paseo por el campo, dejándome alguna presumida paloma retratarla tranquilamente, mientras tomaba el sol encima de un palo.

De regreso a la fiesta nos encontramos con una función teatral infantil, donde un grupo representaba escenas de Walt Disney. Los pequeños estaban encantados, y algún mayor también disfrutó de lo lindo.

Terminó el teatro y tocaba dar una vueltecita por las calles estrechas con sus casas pintadas de blanco.
Algo que me va gustando es el cuidado que se va teniendo por conservar las cosas auténticas. Esta papelera empotrada en un muro de piedra no entorpece el camino ni está fuera del entorno rural.
Se estaba haciendo de noche y había que volver. Fue un largo y bonito día. Este Miguel Ángel siempre tiene buenas ideas. Escalera y caminito del coche.

El caso es andar ...
http://www.youtube.com/watch?v=7zS1d_OJ0V0&feature=related

miércoles, 17 de noviembre de 2010

De vuelta a la tierra

Aquí no se queda nadie, todos tenemos que volver tarde o temprano a la tierra que nos llama. Esta vez ha sido José Luis el que ha vuelto a la otra dimensión, dejándonos aquí con los buenos recuerdos que ha dejado en su paso por este mundo.

Afortunadamente tengo una gran memoria histórica, pero de las cosas buenas, esa suerte la mía. De este hombre tengo muchos y muy buenos recuerdos, desde que de niño ocupaba el patio de su casa, dando balonazos en compañía de sus hijos en interminables partidos de fútbol.

Aún oigo su voz de tono cariñoso, sus explicaciones sobre cualquier tema, ya que aparte de tener una inteligencia poco común, era una fuente de conocimientos de cualquier materia. Su camino siempre fue recto, con paso marcial, valiente, sin dejarse llevar por los vaivenes políticos que tenía que soportar en su importante puesto como funcionario.

Ha marchado un hombre al que siempre he respetado y admirado, y que ya siendo yo adulto consideré mi amigo. Hasta luego, José Luis.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Setenil de las Bodegas

Conocer un pueblo supone dos caminos: leer sobre él o visitarlo. Suelo elegir el segundo, cámara en mano y con tiempo en el bolsillo. Hace casi dos semanas que estuve de visita por Setenil de las Bodegas, bonito pueblo cercano a Ronda, rodeado de bonitos campos.

No olvidemos que estamos en tierras serranas, lo que lleva a construir en ladera, dando un aspecto de casas encima unas de otras. Desde arriba es algo como ésto.

Por el interior de estos pueblos no es fácil ni circular ni aparcar, así que toca estacionar, para no dar más vueltas y ya que no tengo prisa, a las afueras, arriba del todo. Vas bajando hacia el centro y vas descubriendo cosas. Siempre se ha necesitado agua, lo que llevaba a buscar el asentamiento cercano a algún río.

La nota curiosa en este pueblo son las casas y establecimientos hosteleros, que han aprovechado el hueco excavado en la roca para cerrarlo y aprovecharlo.

Estos sitios invitan al paseo y a las confidencias.

Después de unas cervezas y tapas a precios a los que todavía no me he acostumbrado viniendo de una ciudad turística, lo que apetece es dar un paseo por alguna ruta.

El paisaje empuja una y otra vez a emplear la cámara de fotos.

En las ciudades usamos el PVC para canalizar el agua que brota de la tierra, por aquí el material es más ecológico, como pueden ser tejas de adobe.

Estamos ya casi saliendo del pueblo por un paseo bordeando el río, donde las casas vuelven a aprovechar el calor de la piedra.

El espacio interior de las casas bajo roca tiene que ser mejor aprovechado que para tender la colada de la ropa interior; qué mejor que una cuerda de lado a lado en una esquina de la calle. Afortunadamente las tan temidas, a veces, ordenanzas municipales, no son tan estrictas en los pequeños pueblos.

Me encanta mi querida España, en serio, por mucho que se empeñen algunos en irla deteriorando.