lunes, 2 de mayo de 2016

Preparación para la Perico Delgado

Este año se han apuntado Miguelange y Juan a la Perico Delgado, prueba cicloturista que se celebrará en el mes de agosto, con cuatro puertos de montaña: tres de primera categoría y uno de segunda; 164 Km de buen ciclismo. Mi participación dependerá de cómo termine los 101 Km en la modalidad de marchador; lo que no quita que ya esté entrenando para la Perico. Así que ayer nos juntamos los tres para un entrenamiento por la zona de El Torcal y Axarquía.


Quedamos en una venta a la salida de Villanueva del Rosario, de donde saldríamos en bajada, a plato para dar pedales e ir entrando en calor; muy pronto empezaríamos una subida que terminaríamos sobre el Km 13, en Las Pedrizas, dirección Villanueva de Cauche, comenzando una bajada vertiginosa por una carretera solitaria.


Luego llegarían Colmenar y Ríogordo, en bajada.



Pasado el Km 27 empezaba a ponerse ya la cosa buena, con subida al puerto Sabar, a 590 de altitud, que serviría de aperitivo para lo que quedaba por subir.



Seguimos por la carretera que lleva a Periana, bajando y subiendo toboganes hasta el cruce para Alfarnate por el famoso Puerto del Sol, el protagonista del día con sus 9 Km. Giro a la izquierda y para arriba sin descanso.


Los dos primeros kilómetros discurren suavemente, con pendientes medias del 1,3 y 2,3 por ciento, respectivamente. Se llega a un cruce, donde para la derecha se llega a la pedanía llamada Guaro, perteneciente al término municipal de Periana; para la izquierda empieza la dureza de verdad del puerto, camino de Alfarnate. Su trazado en zig-zag recuerda al mítico Alpe D´huez.


 Juan es un gran escalador, no hay puerto que se le resista.


Las curvas en herradura son típicas en los últimos kilómetros.


Miguelange tiene un motor indestructible. Los puertos de montaña son su hábitat natural.


En cada curva ya sabes que tienes que apretar para superar ese 9 ó 10 por ciento adicional. Los dos últimos kilómetros son tramos paralelos, escalonados.


Yo tardé casi una hora en llegar arriba, con tranquilidad, escuchando en todo momento el latir de mi corazón, para no pasar ese límite donde empieza el peligro.


Y aquí el making of de la foto anterior.


Llegué vacío arriba, tocaba reponer con algún gel; no me dieron los compañeros tiempo para más, no podíamos enfriarnos y quedaba una bajada muy rápida hasta Alfarnate, donde repondríamos los bidones con agua.


Mientras me tomaba el poco de gel que me pasó Miguelange, él repasaba las fotos. Yo me había dejado la cámara en casa, así que solo hice tres con el teléfono.


A la salida de Alfarnate tomamos rumbo Villanueva del Trabuco, subiendo antes el puerto de Los Alazores, a 1.028 metros de altitud.


De Villanueva del Trabuco saldríamos destino al punto de origen de la ruta. Allí nos despediríamos de Juan, quedándonos Miguelange y yo a tomar algo para reponer las fuerzas gastadas. Pensando ya en la siguiente ruta.

Este es el perfil que me ha dado el programa Oruxmap. Hay un par de líneas raras, donde seguro perdió la señal de GPS, faltando casi dos kilómetros de los 82 que resultaron ser al final, pero que sirve para dar una idea de lo que subimos y bajamos.


The man who can´t be moved, no es mi caso, pero es una canción cuya música me gusta.


Nota: Casi todas las fotos, que aparecen en esta entrada, están hechas por Miguelange y Juan.

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