Al final del pueblo se puede dejar el coche para iniciar el recorrido hasta el balneario, desde donde se puede iniciar la ruta que lleva hasta el charco de la Virgen.
Dado que hacía mucho calor, con una temperatura cercana a los 40ºC, ya que eran casi las tres de la tarde, decidí que iríamos a una bonita poza que hay a medio camino, a 1,5 Km aproximadamente desde donde aparcamos. Una vez pasado el balneario y empezado el sendero, hay que pasar por encima del río, aprovechando un puente nuevo de madera, el cual no estaba cuando fui al charco de La Virgen hace un par de años.
En breve habrá que cruzar de nuevo el río por otro puente de idénticas características que el anterior que, según consta en una de los carteles, fueron realizados por un voluntariado de la zona.
Luego viene una buena cuesta a pleno sol, con alguna que otra sombra.
Hay un pino que atraviesa el camino, teniendo que abrirnos camino con sumo cuidado de no herirnos con alguna rama partida.
Imposible aguantar la tentación de hacer un autorretrato por el camino.
Vimos la oportunidad de bajar al río, y así lo hicimos, descubriendo el agua tras la maleza.
Un merecido descanso por el calor y por la caminata.
Dimos con una poza estupenda, en medio de un paraje de película.
Allí nos daríamos el merecido baño.
Nacho enseguida quiso jugar con las rocas.
Juegos entre mami y Nacho.
Y aprovechando que tenía la modelo ideal ...
La foto de familia dentro de la poza.
Se estaba muy a gusto en el agua, pero tampoco era cuestión de abusar de la suerte, por aquello de que aún mis defensas no llegan al mínimo estipulado. Así que a prepararse para la vuelta.
Nos despedimos hasta una próxima visita, sin fecha fija.
Y ya conocéis el dicho "todo lo que sube, baja".
Llegando al lugar donde dejamos el coche, hay una bonita vista parcial de Tolox entre las ramas de los eucaliptos.
Este es otro de mis sitios de recreo ...
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