domingo, 6 de junio de 2010

Preparando la subida

Entre los componentes karatekas del Zen, la subida significa la excursión anual a La Concha, haciendo noche en el Lastonar, la cima más alta de Sierra Blanca. Puedo escribir un libro sobre lo que significa para los karatekas del gimnasio Zen de Marbella, pero aun así, no se puede uno hacer una idea hasta que no lo prueba.

Imagínense en verano, con el karategi puesto, mochila cargada con comida, agua abundante, alguna prenda de abrigo, saco de dormir, esterilla, linterna y demás elementos necesarios para una dura subida, tanto que los que ya hemos pasado de los cuarenta y tantos, hacemos un recorrido alternativo, más acorde con nuestras castigadas articulaciones. Los más jóvenes suben desde Xarblanca, pasando por Los Monjes, trepando por torrenteras verticales, haciendo un gran esfuerzo solo apto para personas muy bien entrenadas. No es un paseo, no, como puede ser empezando desde el parador de Juanar.

Mi primera ascensión fue en 1993, repitiendo en varias ocasiones por la vía dura, siendo la última por las torrenteras en el 2002, a un mes de cumplir los cuarenta. En el 2005, acompañado de otra karateka, puse en marcha el segundo recorrido, como alternativa para los que quieren compartir vivencias, pero que ya no están como para hacer la vía dura. Cada año se han ido sumando más personas a este segundo recorrido, porque se trata de estar todos juntos en el Lastonar, cada uno según sus recursos físicos.

Llegar a la cima, buscar el sitio menos pendiente para dormir, ver el ocaso, comerse el bocadillo y estar con los colegas es algo que, como lo del anuncio, no tiene precio. Dormimos al raso, mirando a las estrellas, y al amanecer, saludamos al sol haciendo un kata. Recogemos las cosas y nos vamos a La Concha, donde se hace la entrega de cinturón a los que se hayan examinado recientemente. Después hay que hacer el camino de vuelta. Tradicionalmente nos esperan con bebidas bien frías, que agradecemos después de haber hecho un grandioso esfuerzo y haber pasado la noche prácticamente en vela. Esa primera cerveza me sabe a gloria.

Como le tengo tanto respeto a este acontecimiento, antes de cada una de mis subidas, me preparo a conciencia. Y eso es lo que estoy haciendo ahora, entrenamientos aeróbicos que me permitan subir con total garantía. Hoy tocaba ciclismo, así que he subido a Benahavis, con el sol castigándome, pero con la satisfacción de saber que todavía me encuentro fuerte y sano.

Ain´t no mountain high enough ...

http://www.youtube.com/watch?v=EGBXIK5TZjs&feature=related

3 comentarios:

  1. Este año no puedo acompañaros, pero estaré atento a las señales de vuestras linternas al anochecer.

    ResponderEliminar
  2. Suerte y que disfrutas con tu ascenso.

    ResponderEliminar
  3. A pesar de la paliza, Órfilo no falta a las citas en lo alto de la montaña ni en los Polideportivos más alejados y fríos.... Enhorabuena Órfilo!!

    ResponderEliminar