domingo, 25 de marzo de 2012

¡Cuánto cuesta todo!

Cada vez que leo en las revistas de ciclismo lo que hacen otros cicloturistas para estar con un nivel decente, pienso que en el fondo soy un comodón; pero luego me pongo a pensar -es que lo llevo todo para adelante y así no hay forma de conseguir tiempo extra para la bicicleta- y me quedo más tranquilo.

Falta poco más de dos meses para La Sufrida, quiero intentar otra vez esos 103 km que no se me van de la mente, con el puerto de Las Palomas como máxima dificultad. Hay algo fundamental para llevarlo a cabo, aparte de ir entrenando con salidas de varias horas, hay que bajar varios kilos para afrontar con más alegría las duras rampas continuas. En ello estamos.

Ya van casi dos semanas de no cenar, o comer algo muy ligerito, y hoy ha empezado a notarse subiendo por dos veces a Benahavis, con buenas sensaciones, a pesar de que el molesto viento arrastraba cosas de ésas que luego sientan tan mal para mi asma.

Después de lo del accidente de esquí, parece que todo empieza a funcionar de forma adecuada en mi tren inferior.

Soy el tonto de las cámaras y de los instrumentos musicales. Me encanta ésto http://www.youtube.com/watch?v=97czMjuAnSA&feature=relmfu

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