sábado, 7 de julio de 2012

Todo bajo control

Hoy no puedes dar un paso sin que las autoridades tengan que darte un papel escrito con un sello oficial para poder hacerlo. No entiendo cómo hemos llegado a esta fecha sin la actual burocracia.

De niño íbamos a la playa toda la familia, ya sabéis, si era domingo o día festivo, con la comida a cuestas. El tema de enfriar la bebida, la sandía o el melón, se resolvía fácilmente plantándolos en la orilla hasta la hora de la comida; así, ibas paseando cerca del mar y era un reguero de botellas de cerveza, refrescos y fruta de verano, que ya te guardabas bien de no pisar y respetar la del vecino.

En días especiales, podíamos llevar sardinas, junto con las correspondientes cañas, para hacer una auténtica moraga. Como es obvio, no había que pedir autorización alguna, era algo a lo que los habitantes de Marbella estábamos acostumbrados; y curiosamente, las playas estaban muy limpias, tal vez porque aún no usábamos bolsas de plástico, los cascos de las bebidas los teníamos que entregar al comprar otra nueva y aún no habían inventado eso de las latas que ahora te encuentras tiradas por doquier.

Creo que lo más importante que antes teníamos y que ahora escasea entre algunos de los más jóvenes, es la educación y el respeto. No hacía falta tanta prohibición ni norma escrita, era algo que se transmitía de padres a hijos.

Ayer me acordé, viendo la imagen que he subido, de que hubo un tiempo no tan lejano, donde podías hacer moragas en la playa, beber sangría, ir de excursión al campo y hacer fuego para asarte un chorizo o castañas, o lo que fuere; acampar en medio de la sierra; y todo ello sin que nadie te lo prohibiera o necesitaras de un permiso con un sello oficial. Tampoco recuerdo que ello conllevara un mayor número de accidentes en forma de incendio u otro tipo de catástrofe, que ahora, con tanto control. Y es que, amigos míos, se trata de educar y no de prohibir.

El cielo queda demasiado lejos ... http://www.youtube.com/watch?v=svZa-CYNxfs

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