miércoles, 10 de diciembre de 2014

Ruta y chacinas


Otro año nos acercamos a la Feria de la Chacina, en Benaoján, no sin antes hacer una ruta de poco más de 12 Km en compañía de amigos. Primero desayunamos en el mismo bar donde lo hacemos siempre que vamos por allí, el bar La Palma. Después de un buen mollete con su correspondiente manteca con zurrapa de lomo, acompañado en mi caso por un vaso grande de Cola Cao, iniciamos la marcha camino de Montejaque.


Javi empieza siempre de mala gana, por aquello del madrugón, aunque luego siempre se anima.


Nos desviamos a la altura del cementerio de Montejaque, para coger la subida a la ermita, así entraríamos en calor, ya que la temperatura era de 0ºC a las nueve de la mañana. Ya comenzaba a darle el sol al pueblo que fuera de mi abuela paterna.


Un compañero del grupo estuvo enseñando a Javi a emplear los bastones en las subidas.


Y subimos a la hermosa ermita. Seguiríamos el recorrido a la inversa de como lo hacemos en la prueba de los 101 Km de La Legión.


Iniciaríamos una bajada con la escarcha aún en el suelo.


Hay que ser muy valiente para atreverse con la subida a la ermita en bicicleta.


Los bastones sirvieron al final para ir jugando con ellos por los charcos.


Continuamos con una bajada ya más pendiente, en busca de la vía del tren que discurre paralela al río Guadiaro.


Llegamos al río y seguimos el llano camino.


El amigo Vallejo entrena bien hasta de espaldas.


Mi campeón aprovechó que ya estaba bien despabilado para seguir con esa afición que tiene a la fotografía, para la que posee un ojo sin igual.


Camino del inicio de otra ascensión.


Sigue existiendo parte de una antigua vía romana, aquí pasando por encima de lo que es la Cueva del Gato. Javi descansando un segundo mientras Vallejo le estaba contando lo poco que quedaba para hacer cima.


Una nueva vista de Montejaque, ahora del Sur.


Íbamos ya de vuelta a Benaoján.


Un burro, de los que no se ven ya muchos. Una nueva oportunidad de foto por parte de Javi, al que le cundió bien el día con su cámara.


Tuve la fortuna de que posara para mí, dejándome acercar todo lo que quise.


No hay quien sea capaz de ponerle rejas al campo, siempre habrá un camino por donde pasar.


Y llegó el momento de comer los productos de la zona. Nos pusimos bien de comida y cerveza antes de volver a la costa. El recinto mostraba un lleno total.


Otro año más con los amigos del C.D. Benaoján Sierra y Luz, andando por la sierra, con un atractivo perfil.




I don´t want to talk about it (No quiero hablar de ello, una preciosa canción).


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