martes, 24 de marzo de 2020

El último domingo permitido

Nada hacía suponer que al domingo siguiente tuviésemos prohibido salir a pasear; las cosas suceden así, nunca crees que algunas circunstancias se puedan dar, nada más que en las películas de ciencia ficción.

El domingo 8 de marzo fui a almorzar con mi hijo Javier, y luego dimos un gran paseo, al que pertenecen estas fotos, que van en orden correlativo a nuestro andar.

Ese albero estará mucha gente deseando pisar de nuevo, sin temor a coger una infección que los lleve a un hospital.


Seguro que volveremos a correr al aire libre.


Habrá muchos que quieran llenarse de nuevo los pies de arena, para lavarlos luego pausadamente al sol.


Quiero imaginar que la lluvia de estos últimos días, habrá aclarado el río Verde.


Paso en bicicletas por el puente de madera.


No sé cuándo podré sentarme de nuevo al sol con mi hijo, desde entonces no he podido verlo; nos pilló el aislamiento en sitios diferentes.


Estatua de la Victoria, en Puerto Banús, obra del escultor Zurab Tsereteli. Soportada sobre una columna de unos treinta metros de altura.


Fridays ...


El cormorán tuvo protagonismo inesperado, entre los barcos y Sierra Blanca.


Llegando a puerto.


Conjunción de barcos, mar y montaña.


Aprovechando los últimos rayos de sol.


La luna salió con prisas, aún quedaba bastante luz solar.


Y cayó la tarde.


Llegando la noche.


Ahora toca quedarse en casa aislado, me tocó sin compañía alguna, es lo que hay; por otro lado, aprovecho para darle a la música. Volveremos a bailar juntos, no me cabe duda.


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