martes, 3 de marzo de 2020

Paseo de domingo

Primero almorzar con el mayor de los varones, después un paseo con la cámara de fotos. Todo un lujo, viviendo cerca del mar. Un sitio muy especial para andar, o montar en bici.


El mar revuelto tiene mucho más encanto, que una sosa e inútil calma chicha.


El secreto a voces del amable clima de Marbella: su sierra protectora.


Hay tanta gente con la que te cruzas ...


Un detalle esto de las fuentes, ahora sí que lo valoro de verdad.


Hasta las guitarras quieren salir a pasear, para disfrutar de un bello atardecer.


Jamás había visto un conejo en la playa, algo insólito.


La juventud es dueña del atrevimiento, hasta encaran al sol.


Desde Levante, con el viento a favor, golpeando las olas a un concurrido embarcadero.


El muchacho de la bella sonrisa: mi hijo Javier.


Todo va a salir bien.


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