sábado, 28 de agosto de 2010

Nuestro ocaso

No soy amigo de escribir sobre la muerte, aunque no por esquivarla no me llegará en su momento.

Ayer se puso la vida de Pepe, un buen hombre, trabajador y amante de su familia. Su ocaso llegó antes de lo normal, de sorpresa, sin previo aviso. Hoy tenemos que darle apoyo a una familia que ha perdido a uno de sus miembros, algo que causa tanto dolor en el alma.

Me gustaría despedirme de él con esta pieza de Schubert.

2 comentarios:

  1. Aunque no les conozco, me sumo a su dolor y les deseo mucho ánimo y fuerzas para superar este trance.
    Ahora os corresponde a sus amigos, prestarle toda la ayuda que necesiten.
    Un abrazo.

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  2. http://eskup.elpais.com/Imagenes/6B/16/1282813536-ede5472791606c594490c66acc68875f.jpg

    ;p

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