domingo, 2 de enero de 2011

Baño de cuerpo y alma

Era el último día del año, llovía y no hacía calor, pero había que bañarse para dejar en las benditas aguas de la mar todo lo malo que pudiera haberse acumulado durante todo el año, y empezar así uno nuevo con el cuerpo y el alma limpios de todo mal. Lo peor, bajarse del coche solo con el bañador y posar los pies desnudos sobre el agua de la lluvia, que corría por la calle.

Raúl mostraba el símbolo de la victoria, aún no se había metido en la mar, por eso esa cara de alegría.

Una vez que se dio los primeros chapuzones, la cara adquiría otros rasgos más propios de los países fríos.

Servidor, una vez que comprobó que no había dolor en el pecho ni en el brazo izquierdo, o sea, que no había probabilidad de infarto, empezó a darse chapuzones como un loco; lo que fuera con tal de entrar en calor.

Enseguida se pasa el frío y se olvida uno de que está en el último día del año dándose un baño en una playa totalmente solitaria sobre la que sigue lloviendo. Espero poder seguir bañándome muchos fines de año con mi colega Raúl.

Joselillo, querías fotos y aquí las tienes, campeón. El año que viene no puedes fallar.

Mejor vivir sin miedo ...

3 comentarios:

  1. Allí estaré el año que viene

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  2. Ya te pasaré las fotos de mis dos herederos bañándose, un poco mas tarde, al atardecer (yo tan solo les acompañé, llego la hora de jubilarse.. ;) )

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  3. A lo mejor, cuando llegue el próximo y último día de diciembre, podría ir con vosotros para hacer "el último chapuzón del año".

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