jueves, 6 de enero de 2011

Pilar de Coca

Una excursión preciosa la de este domingo pasado, e improvisada, sin saber que me iba a encontrar haciendo una ruta establecida y registrada. Tenía pensado dar un paseo por el campo, así, sin más, cogí la mochila y la cámara de fotos, le puse la correa a Coco y salimos camino del Zoco. Dejando a la derecha el recinto ferial, enfilamos el camino de tierra subiendo por el cerro de La Pastora. Atrás dejábamos la ciudad.

Entramos en zona de tierras fértiles, aunque a la izquierda la tierra solo estaba preparada para recibir el tiempo donde en ella comience a crecer el cereal.

Los contrastes a un lado y otro del camino eran bastante acusados; a mi derecha estaba una finca donde predominaba el verde y amarillo.

Seguíamos andando por el mismo camino, yendo algo más lejos del paseo habitual, teníamos tiempo y nada más importante que hacer, solo disfrutar del silencio roto por los pájaros revoloteando de un lado a otro, distraídos con los charcos formados entre la tierra arada.

¡Sorpresa! En un cruce me encuentro este cartel indicativo de “Puerta Verde de Marbella” perteneciente a la vía pecuaria Cordel de Camino de los Pescadores, sí, como estáis leyendo, este camino va desde Marbella, en concreto desde Aloha, hasta el Pilar de Coca, en Ronda, pasando por los términos municipales de Benahavís, Istán, Igualeja y Parauta. Encima, miré hacia el cartel y me encontré con el regalo de esta foto.

Seguí por el camino, intuyendo que llegaría cerca de la vía del tren, para volver por otro lado. Anduve un rato entre campos de encinas.

Me tropecé con dos corredores que pasaban por allí, y les pregunté si me faltaba mucho para llegar a la vía. Me hablaron del Pilar de Coca, que cuando llegara a la fuente, el pilar, cogiese un camino que hay hacia la izquierda, el llamado Camino del Capitán, que me llevaría al Patronato Militar, ya a un kilómetro y medio del punto de partida de la excursión. Por fin me tropecé con el famoso Pilar de Coca, desconocido para mí hasta esa mañana.

Después de probar el agua fría del caño, tomé el camino de tierra que me llevaría hasta el Patronato Militar, donde mi hermano Cristóbal hizo el primer curso de B.U.P. allá por el año 1977. Antes de que el camino empezara a estar asfaltado, en una curva me tropecé con estas vistas magníficas de este tranquilo pueblo que tanta paz me ofrece.

Dos horas y cuarto, nueve kilómetros y medio y unas saludables ganas de comer. Todo eso en una mañana sin planes.
Bonito, todo me parece bonito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario