martes, 26 de noviembre de 2013

El Daidín. La ida.


El domingo fuimos en busca de El Daidín, un asentamiento de la época de los nazaríes, que fue entregado a Fernando el Católico en 1485 por Mohammad Abunega. Lo fácil es coger un camino que lleva directamente allí desde la carretera de Ronda, a la altura de la entrada de la urbanización La Zagaleta; algo demasiado fácil para los componentes del grupo de senderismo Luna LLena; por lo que a Josemari se le ocurrió que saliéramos desde La Quinta, reuniéndonos un quinteto más la mascota del amigo Rafa.


Y allí estaban Rafa con su perro, Bibi, Josemari y Manuel Ignacio, dispuestos junto a servidor a iniciar la ruta improvisada; aunque en honor a la verdad, ya habíamos estado indagando con el Google map, cuáles podrían ser los sitios de paso.

Empezaríamos por subir la cuesta del camino del Castaño Santo, en la que se nos fue calentando el cuerpo en una mañana fría.


Nos fuimos encontrando ciclistas, compartiendo el camino de forma respetuosa.


Tanto Rafa, como yo, llevábamos puesto en marcha el programa Oruxmap, que va grabando el recorrido. Josemari también lo ha instalado, pero tiene que hacerse a él, y en eso estaban en este momento.


Después de 5,25 Km de recorrido llegamos al primer merendero, cogiendo el carril de la izquierda para ir bajando en busca del río Guadaiza. Aún acompañaba la luna.


Se iba espesando la vegetación.


La Naturaleza es caprichosa, formando esculturas naturales, en este caso sobre el tronco de un árbol.


Foto de recuerdo de tres Luna LLena que, aparte de profesión, comparten la afición al senderismo.


Es un gustazo ver cómo va uno encontrándose más fuerte a medida que baja de peso. Aquí parezco más un turista extranjero, que alguien de la tierra. La cámara al cuello, pese lo que pese.


Llegamos a un claro, donde seguían creciendo naranjas y mandarinas de forma salvaje, ya que la tierra no se ve que se siga trabajando.


De sabor ácido, fuertes como a mí me gustan. Un montañero siempre lleva navaja encima, eso es algo a lo que me acostumbré desde niño; mi abuelo paterno me enseñó que es un objeto útil para el trabajo y para comer; yo también les regalé una pequeña multiusos a mis hijos, cuando tuvieron edad de saber manejarla y empezaron a salir de excursión conmigo; éso y una linterna.


La Máquina, casona en ruinas.


Su orientación busca la luz del sol.


Y llegamos al río Guadaiza, que a pesar de las casi nulas lluvias, aún lleva agua fresca y limpia.


Hubo que pasarlo de piedra en piedra, con cuidado; no es tiempo de andar con los pies mojados.


Tocaba ir buscando el Noroeste en busca del camino que sube desde La Zagaleta, pero primero había que ir recuperando fuerzas.


Mi móvil se estaba quedando sin batería, y aún no teníamos muy claro por dónde tirar, ya que el camino que habíamos visto sobre plano, resultó ser una vaguada que estaba impracticable para subir andando, cogimos un camino estrecho, con una muy fuerte pendiente.


Los árboles se empeñaban en tamizar la luz del sol.


Empezaron a asomar otras variedades de árboles.


Por el grosor del tronco se adivina que estos árboles llevan mucho tiempo en la zona, testigos de muchas historias.


Subimos un nivel en cuanto a camino.


Ya estábamos en el tramo correcto, era cuestión de tiempo tropezarse con el asentamiento.


Abandonamos los pinos para encontrarnos con un bosque precioso de alcornoques y helechos.


Pasamos a ver castaños, que mostraban su precioso color entre verde y amarillo de temporada.


Primero tocó probar las naranjas y mandarinas, ahora llegaban las castañas, todos pendientes de ellas, hasta el pequeño de cuatro patas.


¿Quién dice que pasados los cincuenta no se está en forma?


Y se aclaró el camino, apareciendo las piedras de los muros de las casas de el Daidín. La construcción más moderna nos enteramos que fue la casa del guarda de la finca.


Habían pasado poco más de cinco horas desde que comenzamos la marcha a las nueve y media de la mañana, y cerca de 18 Km.

Estuvimos por allí un rato, antes de iniciar la vuelta por otro camino; pero eso ya lo contaré en otra entrada.

Sigo viviendo el momento ...

2 comentarios:

  1. Hola, tendrías el track de la ruta? Tiene muy buena pinta y me gustaría hacerla, un saludo

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  2. Hola, Rafa. Yo no pude grabarlo completo, porque se me agotó la batería del móvil. La ruta que ves me la pasó un compañero, sería cuestión de preguntarle si aún la tiene grabada. De todas formas te digo, que tuvimos que dar a la ida un rodeo, porque no sabíamos bien el camino. En wikiloc seguro que viene bien. Saludos.

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