sábado, 11 de enero de 2014

El ya clásico baño depurador

Se ha ido el 2013, vivido como mejor he sabido, donde he conseguido nuevos retos. Había que despedirlo como llevo haciendo los últimos años, con un baño depurador en las frías aguas de nuestro mar, en la playa de siempre.

Me puse la sudadera de finalista de los 101 Km de La Legión, que me motiva mucho, y empecé a trotar por la orilla para ir entrando en calor, ya que en esta época del año el agua está fría.


Lo de quitarse la ropa, a pesar del día soleado, es un paso no muy agradable. Se le queda a uno cara de frío. Maite parecía más motivada que yo.


De los últimos que llegamos a la playa, Raúl fue el que se tiró primero.


No era yo el único fotógrafo que andaba por allí suelto, jeje.

A los hijos se les va inculcando la costumbre desde pequeño, aunque los míos este año no se han bañado. Aquí el de mi amigo Ñañi.


Maite ya estaba preparada para el baño entre los reflejos del sol.


Y se pegó el chapuzón. Yo aún no me había acostumbrado a tanto frío.


No había tiempo para contemplaciones, me tiré de inmediato.


Maite y Raúl cogieron las toallas para secarse lo antes posible.


La señora se sentó un rato al sol para entrar en calor.


Hubo amigos que este año no se bañaron, cada uno tenía sus motivos. Eso sí, las cámaras de fotos se las llevaron a la playa.


Aquí un padrazo, que no solo se bañó, sino que hasta se puso a limpiar los cacharros de sus hijos.


Y servidor terminó como empezó, corriendo por la orilla del mar, este mar que tenemos en un lugar privilegiado como es Marbella.


Todo esto un 31 de diciembre, limpiándonos de todo lo malo para entrar en el nuevo año como un recién nacido, con todo por hacer y todo por aprender.

Seguimos en el límite ...


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