domingo, 14 de agosto de 2011

Fly, fly butterfly


Vuela, vuela, mariposa, de tallo en tallo, de flor en flor. Tu espíritu es libre, tu vida efímera, no hay un segundo perdido, ni ganado, solo vivido.

El sol caía sobre sus alas, le daba el color que enamoraba a todo el que rondaba por allí. El geranio la llamaba, ella llegaba, haciéndose querer para luego volar a la planta de al lado. Todos quieren retenerla, pero su alma es inquieta, no pertenece a nadie en concreto, comparte con todos; es generosa, aunque haya alguien que no pueda comprender su conducta.

2 comentarios:

  1. Tal vez, Sr romántico, porque la exclusividad de esa comprensión la han tenido siempre los gatos sin dueño, como en este “Y sin embargo de sabina”, no le parece?.
    “De sobras sabes que eres la primera,
    que no miento si juro que daría
    por ti la vida entera,
    por ti la vida entera;
    y, sin embargo, un rato, cada día,
    ya ves, te engañaría
    con cualquiera,
    te cambiaría por cualquiera.
    Ni tan arrepentido ni encantado
    de haberme conocido, lo confieso.
    Tú que tanto has besado
    tú que me has enseñado,
    sabes mejor que yo que hasta los huesos
    sólo calan los besos
    que no has dado,
    los labios del pecado.
    Porque una casa sin ti es una emboscada,
    el pasillo de un tren de madrugada,
    un laberinto
    sin luz ni vino tinto,
    un velo de alquitrán en la mirada.
    Y me envenenan los besos que voy dando
    y, sin embargo, cuando
    duermo sin ti contigo sueño,
    y con todas si duermes a mi lado,
    y si te vas me voy por los tejados
    como un gato sin dueño
    perdido en el pañuelo de amargura
    que empaña sin mancharla tu hermosura.
    No debería contarlo y, sin embargo,
    cuando pido la llave de un hotel
    y a media noche encargo
    un buen champán francés
    y cena con velitas para dos,
    siempre es con otra, amor,
    nunca contigo,
    bien sabes lo que digo.
    Porque una casa sin ti es una oficina,
    un teléfono ardiendo en la cabina,
    una palmera
    en el museo de cera,
    un éxodo de oscuras golondrinas.
    Y cuando vuelves hay fiesta
    en la cocina
    y bailes sin orquesta
    y ramos de rosas con espinas,
    pero dos no es igual que uno más uno
    y el lunes al café del desayuno
    vuelve la guerra fría
    y al cielo de tu boca el purgatorio
    y al dormitorio
    el pan de cada día.”

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  2. Bonita canción. Se ve que usted es también de alma inquieta.

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