miércoles, 19 de octubre de 2011

Cicloturismo al Tajo

Seguro que hay millones de fotos del Tajo, de todas las iglesias, desde todos los ángulos. Me ha apetecido hacer turismo en bici, que me da la ventaja de ir a sitios donde poder parar y hacer alguna foto, no como el coche, y a la vez es más rápido y me cunde más que andando.

Ya he pasado de compacta, directamente me he colgado la réflex, eso sí, no la profesional, que pesa más que un mulo ahogao, como decimos por estos lares, sino otra que tengo más ligera. Digamos que el recorrido fotográfico que os mostraré, empieza en la fuente de lo que era la entrada al pueblo, justo al lado de la puerta de Carlos V, adosada a la muralla.

Después de bajar la "cuesta del cachondeo", que supongo que le viene de la pendiente que tiene, que da miedo bajarla y se suda sangre para subirla, me ha gustado esta otra imagen del Tajo, un poco lejana, pero que hace honor a su grandiosidad.

El sol se me ha ido por el camino, amenazó escondiéndose tras unas nubes, para luego desaparecer por completo.

He tenido que empezar a subir la famosa cuesta, de vuelta al barrio de San Francisco. Lo peor de todo es que como venga algún coche y haya que bajarse de la bici, luego no hay quien consiga ponerse en marcha de nuevo sin riesgo de caerse. Como no había excesiva prisa, me lo he tomado con calma hasta el siguiente rellano donde poder iniciar las primeras pedaladas. Aquí el fotógrafo ha orientado la máquina como buenamente ha podido para poder salir él con el monumental Tajo detrás.

Soy de Marbella, me encanta la iglesia de La Encarnación, pero las iglesias de Ronda compiten entre las muchas que son, en belleza y grandiosidad. Y para muestra la del Espíritu Santo, ya de vuelta de mi excursión en solitario, de las que me gustan, a mi aire.



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