miércoles, 12 de octubre de 2011

¿La condromalacia? Bien, gracias

El lunes tuve bastantes molestias haciendo karate, así que hoy tocaba entrenamiento intensivo de bicicleta, a ver qué tal. Como no paro de idear, que no sé si eso será bueno o malo, se me ha ocurrido ir haciendo fotos por el camino, sin dejar de dar pedales en ningún momento. Más o menos viene a ser como lo que te da tiempo a ver así, de paso. La cámara que me ha acompañado ha sido la todo terreno Oly, que igual me la llevo a la nieve, que al mar, que ha donde sea. La calidad de sus fotos no es tan buena como yo desearía, pero aún no me atrevo de tirar de réflex por la carretera.

El recorrido elegido ha sido uno más que conocido, saliendo desde mi oficina, cerca del teatro municipal, camino de Estepona y a la vuelta he subido a Benahavís para quitarme el gusanillo de hacer alguna subidita. No me he preocupado de quitarle el ángulo original a las fotos, saliendo en la misma posición con la que he disparado, por supuesto, sin dejar de mirar la carretera, que no están los conductores por dejarme ni tan siquiera el medio metro de respiro.

El minarete de la mezquita con el escudo de Marbella por delante, es lo primero que he fotografiado.

En menos de 20 minutos ya veía la plaza de toros de Nueva Andalucía, enmarcada por pinos.

Y en cuatro minutos más, pasaba por la obra eterna a la entrada de San Pedro de Alcántara. ¿Qué quiere decir ésto? Pues que, no voy a decir que vaya el personal a la velocidad de entrenamiento, pero que tranquilamente se planta uno en bici de paseo en una media hora desde Marbella. Si en vez de coche, se usara la bici para tal desplazamiento, se haría deporte y se descongestionaría muchísimo el tráfico.

El paso por el hotel Kempinski ha sido movidito, como se ve en la foto. En este tramo hay menos tráfico y por eso algunos creen que están en un circuito y pisan bien a fondo el acelerador. Menos mal que las fotos iban a voleo, porque si no, alguno me hubiese sacado las pegatinas de la bici.

Justo en una hora estaba ya en Estepona, dando la vuelta ya.

Iba de batería, muy justo, así que dejé la cámara para la subida a Benahavis. Creo que sería capaz de llegar con los ojos vendados. Este tramo lo llevo haciendo en bicicleta desde los dieciséis años, y me queda uno para el medio siglo, así que ajustad cuentas. El repecho del túnel, a lo tonto, se planta en el cinco por ciento de pendiente, aunque siempre termino por ver la luz al final.

Esta vista es preciosa, al menos para mí, con el campo de golf y nuestra sierra al fondo.

Para cuando me quiero dar cuenta, ya estoy pasando por el seto que hay a la entrada de Benahavís.

Hoy ha sido festivo, pero la tienda que hace de estanco, alimentación y varios, estaba abierta. Un paquete de galletas de dinosaurios bañadas en chocolate blanco y una Fanta de naranja, me han llenado el depósito de carburante para la vuelta a Marbella.

Poco menos de tres horas dando pedales, 66 kilómetros de recorrido y casi 2800 calorías consumidas, con el valor añadido de disfrutar de un estupendo día otoñal de sol, es el balance positivo que saca este maduro deportista.

1 comentario:

  1. Animo, tú puedes!!!, el dia que pares, malo..
    Un super beso.

    ResponderEliminar