lunes, 11 de junio de 2012

Ruta 5: Charco del Canalón de Río Verde.

Había oído hablar, e incluso había visto fotos del canalón de Río Verde. El viernes pasado decidí hacer una excursión en bicicleta desde Marbella, para verlo y bañarme en esas aguas puras de montaña. Así que le dije a Raúl que visto el trabajo que estábamos teniendo en la semana de feria, la jornada de tarde consistiría en ir a conocer tan nombrado lugar.

Pasadas las tres de la tarde salí con la bicicleta de montaña camino del punto de encuentro, que era la desaladora; tirando por el paseo marítimo, respetando la zona prohibida, teniendo que dar el correspondiente rodeo para evitar la multa de los agentes municipales. Ya llevaba yo mi bidón de agua con sus correspondientes sales minerales y vitaminas, así como un par de sobres para reponer electrolitos y un gel de los que dan energía instantánea. Raúl se presentó con los dos bidones vacíos, algo que no supuso ningún problema, ya que en el kilómetro siete de la carretera de Istán hay una fuente, que tiene un hilo de agua, pero suficiente para refrescarse y llenar un bidón.


Subimos a Istán con un ritmo aceptable, encontrándonos en la cuneta a esta serpiente, en apariencia una culebra, que resultó haber pasado a mejor vida.


Después de haber terminado La Sufrida, me encuentro con la moral por la nubes, así que tenía fuerzas para pedalear hasta de pie, dando pequeñas aceleraciones.


La carretera que sube a Istán es conocida por todos los aficionados a la bicicleta de Marbella y alrededores, ya que es la zona más "segura" para los aficionados a las dos ruedas. Es un constante zigzagueo con pendientes no muy pronunciadas.


El pantano lo vamos dejando a nuestra izquierda en la subida, ofreciéndonos unas vistas preciosas.


Y entre charlas y fotos nos plantamos en Istán, llegando al obligado punto de avituallamiento líquido: la fuente principal del pueblo.


Ahora empieza lo bueno, hay que subir hasta el polideportivo del pueblo, que está en lo más alto, yo creo que con la intención de que cuando se llegue allí, ya se lleve hecho el calentamiento, porque la cuesta tiene un rato de conversación, vamos, que se llama calle del Calvario. Una vez coronada, nos dejamos caer hasta el nacimiento del río Molinos, que nos queda a mano derecha. Ahí podemos hacer también el avituallamiento de agua, aunque haya un cartel indicando que no hay control sanitario en ese lugar, cosa que da exactamente igual, teniendo en cuenta de que el agua fluye constantemente y está limpia. La foto corresponde a la vuelta, pero quiero ponerla aquí para que se reconozca el lugar.


Hay que seguir el camino todo recto, quedando unas buenas vistas del pueblo a nuestra izquierda.


Hay un momento en el que se termina el asfalto y empieza el camino de tierra, por el que seguiremos hasta encontrarnos una bifurcación, con las rutas perfectamente marcadas. Hay que coger la que indica Rutas 3, 4, 5, 6. La nuestra es la 5.


Hay que bajar, alternándose alguna corta subida, hasta río Verde.


Estaré ya cerca del medio siglo, pero disfruto como un crío atravesando ríos y charcas con la bicicleta.


Una vez que lo hemos cruzado, empezamos la discusión. Raúl dice que no es por ahí, que hay que coger por un carril antes del río, que se empina hacia arriba, en busca del canalón. Al final le hago preguntar a un vecino de una finca y, llevaba razón él, hay que dar media vuelta y seguir subiendo por un carril que tiene una verja que lo corta. A cruzar el río otra vez.


Se pasa la verja por la derecha y toca subir un rato hasta que se da con el cartel indicador de la casa El Balatín, ahora sí vamos bien, ya que esta casa está pasada el canalón.


Nos encontramos ya con los restos del puente colgante que sorteaba el río, pero que ya no queda madero apoyado sobre las guías.


De nuevo hay que atravesar el río.


Ahora sí que sí, ahí está el cartel indicador del Charco del Canalón. Han sido unos 9 Km desde Istán.


Dejamos las bicis a un lado, nos quitamos el maillot y a disfrutar de un merecido chapuzón en unas aguas la mar de limpias y oxigenadas, llenas de peces.


La belleza del lugar merece una entrada solo dedicada a él, para que quien no haya disfrutado de este cercano paraíso, pueda hacerse una idea de su belleza a través de mis sencillas fotos.

Os dejo un mapa con el recorrido, así como el perfil con la ida y la vuelta.



En total son unos 58 Km entre ida y vuelta. La dificultad no es alta, pero hay que estar acostumbrados a darle a los pedales, eso sí.

The river http://www.youtube.com/watch?v=BSpnO6c_McQ

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