sábado, 3 de noviembre de 2012

Ruta alternativa a Benahavis

La primera vez que subí en bici a Benahavis desde Marbella, contaba con dieciséis años; si ajustamos las cuentas ya van ... muchos años subiendo a esa pueblo, siempre por el mismo camino. Así que este pasado jueves decidí tomar una ruta alternativa que me habían contado, después de que la lluvia nos diera un descanso. Y es la que os muestro en el siguiente plano, con todo detalle.


Lo primero que hice fue desviarme de la autovía hacia El Ángel, subiendo por la cuesta del colegio Aloha hasta el club de golf del mismo nombre, calentando piernas con tramos del 10 por ciento. Siguiendo las indicaciones, pasamos por el club de golf Los Naranjos hasta que atravesamos el puente de La Quinta. Yo me desvié a la derecha para subir hasta el desvío del Castaño Santo, con tal de ir completando pedaladas y mentalizarme para lo que tocaba ahora. En ese tramo han hecho un carril bici de sentido único, con unos cientos de metros.


Cuando se terminó el asfalto di la vuelta y fui jugueteando con mi cámara de fotos compacta, aprovechando que por allí no hay peligro de coches.


Y ahora venía la primera y más dura prueba de fuego. Hacía tiempo que no subía la cuesta del club de golf La Quinta. Con el bicicomputador marcando una pendiente del once por ciento y el corazón por encima de las 180 pulsaciones por minuto, parece que no llegará uno nunca al final, pero sí que llegué, sí, y continué dando pedales camino de la carretera de Ronda, con tiempo hasta de marcar mi paso, aunque de forma difuminada.


Una vez que se desemboca en la carretera de Ronda, se coge la subida a la derecha hasta llegar a una rotonda donde hay que girar a la izquierda para coger un camino nuevo, estando señalizada la ruta a seguir, que es la de Benahavis.


Al fondo se veía una cuesta, que suponía un repecho con el nada fácil 13 por ciento de pendiente en su parte final, que terminó por calentar ya mis piernas. Solo terminarlo me encontré con una bella vista sobre el lago de otro campo de golf.


La carretera está tranquila, aunque los pocos coches que pasan por ahí parecen llevar mucha prisa, así que no hay que confiarse nunca con los de las cuatro ruedas. Precioso el camino.


Y lo que más me llamó la atención son unos carteles donde advierten del paso de nutrias. No tuve la suerte de tropezarme con alguna.


Otro buen repecho y una bajada hasta un puente sobre el río Guadalmina, antes de coger luego a la derecha, ya por la carretera de Benahavis.


Después de la primera cuesta, tras el falso llano, hay un bonito mirador, en el que hacerse una foto, aunque alguno salga parcialmente mientras prepara la cámara.


Una vez en el pueblo, está la opción de ir a una fuente del centro de donde mana constantemente un chorro de agua fresca.


Como me entretengo siempre tanto, la vuelta me toca hacerla a tope, ya sin fotos, porque el hambre aprieta y el ligero desayuno quedaba ya bastante lejano. Así que no volví por el mismo sitio, si no por la autovía.

El camino alternativo es bonito, aunque advierto que es un poco rompe piernas por la alternancia de subidas y bajadas por las urbanizaciones.


Puntos Cardinales ... http://www.youtube.com/watch?v=0GdTgCjEZUo&feature=related

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