martes, 23 de febrero de 2010

Déjame entrar

Precioso rincón de Frigiliana, pueblo blanco, bonito y alegre. Hasta allí me llevó este pasado sábado mi labor de árbitro de karate, y el inicio de mi hijo en la competición provincial, que si bien todavía le queda mucho por aprender, disfrutó con el evento.

Después de cumplir con las obligaciones, comimos en un restaurante que ya Maite había divisado mientras yo estaba en un cursillo sobre una nueva modalidad de competición para niños. El sitio era acogedor, nos pusimos bien, yo más que comer, devoré, ya que me había levantado a las siete de la mañana y no había comido ni bebido absolutamente nada.

El paseo por el pueblo fue genial, Javi me iba mostrando los sitios que él ya había estado investigando con su madre. Hice unos cuantas fotos que iré subiendo por aquí.

Tuvimos suerte de que al menos no nos cayera agua, que ya es mucho en el tiempo que estamos. Fue un bonito y completo día.

Quítale la llave a tu cerradura ...
http://www.youtube.com/watch?v=hBOFsodrsxY&feature=related

1 comentario:

  1. Es que no paras un momento.....
    Yo no conozco Frigiliana, pero todos coinciden en que es un pueblo precioso.
    Me alegro que disfrutes con todas las actividades que haces.
    Un beso.

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