sábado, 13 de febrero de 2010

La vida misma en imágenes

Quería aprovechar estas tres fotos para hacer un resumen del paso de la mayoría por esta esfera que no para de girar día tras día. Empieza uno con los juegos, con el querer ganar, por el estar por encima del vecino para llamar la atención de las chicas, o mejor, de ésa que quieres para ti. Mira uno altivo desde el puesto del que se cree invencible, del que tiene mucho tiempo por delante. Sí, tú sigue, que ahora iré yo cuando me apetezca.

Se deja uno atrás el orgullo para conseguir al ser amado, se pavonea a su lado, sufriendo por una mirada que no quiere coincidir con la tuya, por un mínimo saludo, por un sentir el aire de su boca.

Una vez todo conseguido, o cansado en el intento por no lograrlo, se busca un rato de soledad, un dejad que quiero estar un rato solo, que ya me queda poco y quiero respirar mis últimos litros de aire.

Paso mucho tiempo en la playa en invierno, observando a los únicos habitantes por estas fechas que se atreven a estar cerca del agua fría y gris del mar. La gaviota vieja me dejó acercarme mucho a ella. Estaba cansada, como enferma, me dejó hacer, parar su mirada cansada, su pico gastado, sus alas fuertes y duras por el tiempo.

Daniela por dentro está llena de puertas, unas cerradas, otras abiertas… A veces sales, y a veces entras ... Magnífico Pedro Guerra.

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