Mantenemos nuestra afición por los autorretratos.
Improvisé un recorrido, en el que nos íbamos metiendo por pasajes estrechos, donde a veces la salida era complicada y había que dar la vuelta. En algunas zonas, cada vez en menos, quedan pinos en lo que eran antiguas dunas.
Terminamos por bajar unas escaleras para ir a parar al paseo marítimo.
No esperábamos un verdadero vendaval a ras de un mar inquieto. El flameo de banderas no dejaban lugar a duda sobre la procedencia de ese viento.
Nos fuimos a la arena. Allí se le ocurrió a Javier esta composición.
Y cómo no, aprovechamos para jugar, cada uno a su modo.
Se nos echó la noche encima.
Terminamos en un jardín, antes de regresar a casa.
Wind ...
¡Gracias por este buen momento!
ResponderEliminarGracias a ti, por darme tantos buenos momentos desde que naciste.
ResponderEliminar