jueves, 17 de diciembre de 2009

Un amigo

Qué suerte, eso de tener amigos. Coger el teléfono, marcar, pedir un deseo y que te lo den. Sí que es una buena cosa eso de contar con gente con la que echar un buen rato, o un buen llanto, que a veces también hace falta, aunque con menos frecuencia que lo de reír, afortunadamente.

El señor de la foto, antes de que le hablaran de usted, por respeto hacia su profesión, era mi pareja de fútbol en el famoso equipo del patio de su casa, al que pusimos Atlético Malagueño, por nuestras preferencias futbolísticas por aquellos tiempos. Los rivales, siempre los mismos, se hacían llamar Bilsevi, por los mismos motivos que los nuestros. En una era moderna donde nuestros hijos no saben pasar un día completo sin sus videoconsolas, nosotros nos dábamos de patadas en un patio de unos veinte metros cuadrados, sudando como pollos; y oye, éramos la mar de felices. Pasaron algunos años y convertimos el patio de fútbol en un polideportivo, donde igual se jugaba al baloncesto, al fútbol, al ping pong o a cualquier otro deporte. Su santa madre tiene más que ganado el cielo, y mi más cariñosa admiración, ya que a sus cinco hijos varones me sumaba yo como otro más de casa, por si no tuviera ya bastante. En su casa había sitio siempre para todos, con derecho a un vaso de leche con Nesquik a la hora de la merienda. Paqui, no he dejado de quererte en todos estos años.

Fueron pasando algunos añitos, vinieron las novias, la movida madrileña y todo lo que ello conllevaba. Fue con él con quién escuché por primera vez a muchos de los grupos que empezaban por aquel entonces. Entre ellos Nacha Pop, con un jovencísimo Antonio Vega que se convertiría con el tiempo en uno de mis cantantes favoritos, teniendo la suerte de verle en dos ocasiones, antes de su muerte. Y, curiosamente, la última actuación en la que le vi, estuve con este amigo y su hermano, mi también gran amigo de la infancia, Jesús, del que ahora ando algo alejado, pero con el que estoy seguro que volveré a compartir buenos momentos. Todo llegará.

Bueno, Joselillo, aquí subo la foto que te hice en la playa, hace dos o tres domingos, en una noche fresquita, sin estrellas. Espero poder seguir contando con tu amistad hasta el fin de los tiempos.

Y hablando de Antonio Vega ...

2 comentarios:

  1. Yo tambien te quiero a ti. Y no olvidaré el mapa de ruidos que me proporcionaste, que tanto ha dado de sí... y que al final no nos ha servido. O sí... ya veremos. Un beso Paqui.

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  2. No puedo más que admirar a esos buscadores de imágenes que día y noche deambulan por el mundo a la caza y captura de su mejor foto.
    Me hipnotizan esos detalles, juego de luces o composiciones que tenazmente fotografían desde un sinfín de ángulos.

    Gracias por compartirlo con nosotros.

    Arturo.

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