domingo, 6 de diciembre de 2009

Pedro el pescador

Cada noche, Pedro salía en su barca a pescar. No había apenas luz, solo la de sus dos focos y la luna, que a veces mostraba al completo su cara blanca salpicada de rocas grises.

El hombre acercaba su barca a la orilla, con la esperanza de poder atrapar aquellos peces que se acercaban al rompiente de las olas durante esas horas que anteceden al amanecer. Echaba sus aparejos de pesca, esperaba pacientemente, entretenido entre sus pensamientos y las puntadas gruesas con las que reparaba la red de uno de sus útiles de pesca. El tiempo no hace falta adelantarlo, el momento es mágico, solo roto por los esporádicos mensajes vía radio que se envían unos pescadores a otros.

Ya empiezan las primeras luces, el sol va desperezándose, al fondo, donde termina el mar y empieza el cielo, que inicia su transformación al naranja más claro, el que anuncia el amanecer. Pedro ya se ha puesto de pie en su barca, deseando dar los buenos días a su amigo el sol, que le dará calor y le indicará que la jornada ha terminado, que hay que volver a puerto.
Manuel, el corredor que cada mañana pasa con su pequeña perrita esquivando las olas de la orilla, baja el ritmo para ver que viene el día, que asoma un sol aun soñoliento, perezoso, entre las aguas grises con tintes azules del mar. El día ya comienza, Pedro terminó su jornada e iza el ancla, volviendo a puerto, para amarrar la barca y vender los frutos que el mar ha querido brindarle en esta noche de trabajo. Esta noche volverá a salir de nuevo.
(Cuento escrito por OMAL el 6 de diciembre de 2009).


The water is wide http://www.youtube.com/watch?v=opfEk_Yoksk

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