martes, 1 de noviembre de 2011

Pedaleando con Raul por la sierra

Seguimos con la intención de participar y terminar los 101 Km de La Legión en bicicleta. Ayer Raul y yo entrenamos por estos bonitos caminos. La intención era hacer la cañada Real que lleva a Las Conejeras, por la zona de Los Quejigales.

Desayuné fuerte, usé el inhalador para el asma, porque ando fatal de respiración últimamente, y a recorrer caminos serranos. Nada más salir del recinto ferial de Ronda nos encontramos el primer cuestarrón.

Raul no conocía la zona, así que le hice de guía por esta preciosa campiña.

Primero fuimos al Pilar de Coca, que tampoco conocía. Allí nos hicimos esta foto, cambiados de sitio, je je, porque él, que es más alto, se puso en la zona alta, así que para la próxima estudiamos bien el escenario antes de la foto para que quede la cosa más equilibrada.

De vez en cuando hay que pasar por algún tramo cómodo.

Y hasta atravesar algún río por encima del correspondiente puente.

A partir de aquí se supone que llegaríamos a nuestro destino por empinadas cuestas. Pero no, la cañada está cortada por una verja donde pone muy claro -propiedad privada- así que media vuelta y a buscar otra alternativa. La otra opción que cogimos también nos llevó a la entrada de otra finca, esta vez la verja estaba abierta, pero también decía propiedad privada. Aquí ya me enfadé y cambié la ruta a otra conocida y pública. Y como el que tuvo, retuvo para la vejez, aquí me veis subiendo un buen repecho.

Por la cara que tengo comprobáis que no iba sobrado de aire. Mis bronquios me la estaban jugando bien.

Después veríamos en el perfil del recorrido, que grabó Raul con su moderno teléfono móvil, que había pendientes por encima del veinte por ciento, algo inhumano.

En dos grandes cuestas, que para más inri estaban adornadas con un montón de piedras sueltas, tuve que plantarme, y no por falta de piernas, que están bien curtidas y musculadas, si no porque el aire no me entraba en los pulmones y me asfixiaba. Una mezcla de falta de entrenamiento aeróbico con un poco de asma.

Lo pasamos como niños, atravesando los grandes charcos que habían quedado después de las lluvias.

Yo no quería perderme tampoco la foto, con las llantas enterradas en agua lodosa.

El muchacho tampoco conocía el puente de La Ventilla, así que también tiramos por allí, camino de la carretera de Setenil a Arriate.

Este camino ya lo conocéis de otra entrada. Pasamos por las bodegas del Príncipe de Hohenlohe.

Justo antes de incorporarnos a la carretera, hay una granja, con sus terneros y todo. Son tan mansos que hasta se acercaron a Raul para que los acariciaran.

El paso por Los Prados quedó reflejado en este disco.

Bebimos agua en una fuente de Arriate y ya subimos sin fotos hasta Ronda. Un recorrido total de cuarenta kilómetros en un tiempo eficaz de pedaleo de tres horas. Solo estuvimos encima del asfalto unos ocho km, el resto discurrió por caminos de montaña.

Gracias, amigo, por la compañía. Habrá que ir pensando en el próximo entrenamiento.

Vamos dejando huellas que otros podrán seguir ... http://www.youtube.com/watch?v=BQaifiI54Ug&feature=related

No hay comentarios:

Publicar un comentario