domingo, 12 de febrero de 2012

Por tierras de Iznájar

Un día completo, el sábado de este fin de semana. Doble participación familiar en el primer encuentro de la liga provincial de kárate: mi hijo como participante en Promesas y yo como árbitro. Para eso tuvimos que madrugar, ya que había que desplazarse hasta Villanueva de Tapia, población limítrofe con la provincia de Córdoba.

Antes de empezar la liga, hubo una emotiva ceremonia en la que se le ponía al pabellón el nombre de un muy joven karateka de aquel pueblo, que ha perdido la vida en un lamentable accidente. Fueron momentos muy difíciles que nos llegó a todos al corazón. Me tocó vivirlo muy cerca de sus padres, pues me encomendaron la nada tarea fácil de hacer las fotos del homenaje. Se ha ido un gran chaval y un gran deportista. El pabellón estaba completamente lleno, tanto en sus gradas como en los tatamis con los participantes.

No he pasado más frío en mi vida como árbitro. La baja temperatura, unida a la corriente de aire, hizo de la labor un enorme sacrificio por mantener el tipo con manos y pies helados, además de dolor de espalda. Ante tal clima, algunos karatekas formaron con zapatos, aunque el protocolo karateka vaya por otros caminos. Ayer se perdonaba todo respecto a abrigarse y defenderse del frío.

Mi campeón va progresando en este difícil arte. Ayer hizo una Heian Sandan aplicando algunas de las correcciones que le hice el jueves. Va cogiendo poco a poco los conceptos. Y es que, amigos, el kárate es algo muy difícil. Tengo fe en Javi y sé que a partir de los doce o trece años, empezará a progresar a pasos agigantados. De momento nos toca empezar a trabajar para conseguir el cinturón azul, que ya son palabras mayores.

Terminé de arbitrar pasadas las dos de la tarde, sin haber probado bocado alguno desde que me levanté a las siete de la mañana. Me dieron un bocata y un zumo para reponer fuerzas. Se me ocurrió que, ya que estaba cerca de Iznájar, por qué no me llegaba a verlo y comer en sus alrededores. El pueblo de Iznájar tiene una ubicación bastante curiosa para fotografiar.

Pregunté en el pueblo por un buen lugar para comer y me indicaron un restaurante ubicado a pie de la playa que hay habilitada para poder pasear y tomar el sol junto a tan gran masa de agua dulce.

Lo mejor fue tomar un rato el sol paseando a la orilla de este precioso embalse.

Tienen una bonita playa de arena de río.

El karateka también aprovechó para practicar una de sus actividades favoritas: lanzamiento de piedras al agua.

Pasaron unas personas con algunos perros. Una de ellas les iba dando instrucciones para que no se metieran en el agua. Y obedecían hasta que ... a Javi se le ocurrió tirarles un palo al agua. Y ya sabemos todos que eso es lo que más le puede gustar a un perro.

El personal no tuvo más remedio que echarse a reir por la ocurrencia del niño y el resultado. Mi deportista siguió dale que te pego mientras anduvimos por allí. De regreso a casa se quedó completamente dormido después de la jornada deportiva y turística.

Hay veces que todo cambia por un "simple twist of fate", como canta Bob Dylan. http://www.youtube.com/watch?v=Fl3p0GNbT2c

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