jueves, 8 de octubre de 2009

A menudo los hijos se nos parecen


Eso dice una canción de Joan Manuel Serrat, y qué verdad que es. No hay la asignatura de padre, o de madre, y sin embargo qué difícil es serlo. Uno intenta transmitir lo que entiende que es bueno, temiendo siempre a lo malo, sin saber que ya el número de lotería está comprado y podrá salir cualquier cosa.

A mis hijos les hablo siempre de lo importante que es en esta vida ser buena persona y hacer el bien; cuánta satisfacción proporciona ayudar a alguien, ser útil, sentir que se está aquí por y para algo. Ellos me han visto hacer muchas cosas desde que nacieron, acostumbrándose a ver a papá y a mamá estudiando, trabajando, haciendo deporte, practicando la pintura, la fotografía y otras cosas que, si no dan dinero, sí que dan serenidad al espíritu, al que también hay que alimentar.

Mi hija se ha parecido a su padre en la habilidad para los deportes y la guitarra; mi hijo, de momento sigue mis pasos en el karate y la fotografía. De su madre han sacado una sonrisa que encandila a cualquiera y el gusto por el arte, aparte de la bondad natural. O sea, que entre los dos hemos intentado que salga algo bueno para todos, y de momento hemos conseguido una cosa, que sean felices, que no es poco.

Y para dejar de momento este tema, os dejo con la canción que empieza como este post. Saludos para todos y que seais felices.

1 comentario:

  1. Importante misión la que tenemos como padres. Como te conozco desde hace tanto puedo dar fe de tu gran labor. Padre progre donde los haya, con los valores bien claros y gran capacidad de comprensión y reflexión siempre tratando de transmitir a tus hijos el respeto hacia los demás y la observación de lo que te rodea.

    Queda mucho que sufrir, pero aún más que disfrutar. Ese día a día donde vemos en ellos reflejos de lo que fuimos, pero con ese haz generacional que difumina la imagen. Creo que así de be ser, deben tener su propia personalidad y evitar que sean un producto de todo aquello que nosotros no tuvimos la oportunidad. Deben elegir y aprender a equivocarse.

    Suerte compañero. Te seguiré observando por aquello de la ventaja de edad y en consecuencia experiencia que me llevas.

    Un abrazo,
    Arturo.

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