Tremenda es el calificativo de la luz en los atardeceres de otoño, y sed de fotos la que tenía ayer sábado por la tarde, así que mi mujer, mi hijo y yo nos fuimos de paseo. El benjamín de la familia llevaba mi anterior cámara reflex, con lo que la gente le miraba extrañado, ya que un niño con ese tipo de cámara, no se suele ver, la verdad; él tiene buena vista para la fotografía, así que si le animo a que siga con su padre haciendo fotos, siempre será mejor que animarle a hacer botellones, digo yo.
Espero que disfrutéis de esta imagen.
Saludos.
Espero que disfrutéis de esta imagen.
Saludos.
Ehorabuena Sempai ;-)
ResponderEliminarIntentaré seguir tu blog, aunque reconozco que siempre digo lo mismo y luego los voy dejando perdidos en el olvido... se juntan taaaantas cosas! jejeje
A seguir así
ByzzzzzzZZZZZZZZzzzzzzZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzzz
Me lo temía. Tarde o temprano tenía que ocurrir.Me abandonan los mejores. Que no hombre, me alegro mucho de esta iniciativa y espero que todo ese torrente de creatividad literaria y fotogénica con la que nos sueles sorprender, bien en mi blog bien en el del gimnasio, lo puedas soltar definitivamente en el tuyo propio. Segúro que nos tendrás entretenido. Cuidado que no te pese la responsabilidad. :-)
ResponderEliminarUn abrazo y suerte.
Arturo.
Enhorabuena por lanzarte a ésta aventura, procuraré seguirte. Me encanta la idea de inculcar a tu hijo ésta afición.
ResponderEliminarBesos.